Juan Sebastián Cabal y Robert Farah se despidieron en la segunda ronda del Masters de Indian Wells en dos parciales. A pesar de la caída, ganancia -en materia de puntos- para los vallecaucanos que no jugaron este torneo el pasado año.
Foto: Getty
El aroma a café ya no se siente en California. Luego de la caída de Santiago Giraldo en el cuadro de individuales, Juan Sebastián Cabal y Robert Farah eran los únicos representantes del país en el primer Masters 1000 del año, que se juega en Indian Wells. En la salida del lunes, los colombianos vivieron un traspié al caer ante el británico Dominic Inglot y el rumano Florin Mergea por 6-3, 6-4 y se quedaron a un paso de estar en el grupo de los ocho mejores doblistas del torneo.
De pocas oportunidades fue el partido que se vivió en el Stadium 4. De esos encuentros donde las pocas ocasiones que se presentan para tomar la delantera deben ser aprovechadas como la joya más preciada. Cabal y Farah tenían enfrente a una pareja que tuvo su primera experiencia como equipo en septiembre del pasado año, pero que en el curso vigente los resultados han dejado claro que son una de las duplas más consistentes: en seis torneos nunca han bajado antes de cuartos de final, además incluyen las finales perdidas en Auckland y Montepellier y los cuartos en el Abierto de Australia, donde dieron el mazazo eliminando a los hermanos Bryan en tercera ronda. Un camino intimidante por cualquier rincón donde se le mire.
A pesar de eso, los colombianos venían con un título en el bolsillo (Sao Paulo) y con una victoria resonante ante Alexandr Peya y Bruno Soares, quintos preclasificados, y que les daban la posibilidad clara de poder soñar con avanzar en un torneo que el pasado año no disputaron en el calendario. Pero al no aprovechar las pocas opciones que concedieron británico y rumano, las idea de poder imponerse pasó a ser lejana y casi una escalada. Ya en el primer game del set inicial se les escapó una posibilidad de quiebre, acto que nunca más se presentaría en la manga. Inglot y Mergea, en cambio, aprovecharon la que obtuvieron en el sexto game y que fue suficiente para que ganaran el primer round.
En el segundo todo fue parejo. Ocho primeros juegos que vieron cómo los servicios comandaban y los restos no entregaban garantías buscando un quiebre que equilibrara o inclinara el partido hacia un lado. Pero fue en el noveno game donde Cabal y Farah no pudieron mantener el saque para darle la posibilidad a sus rivales de sacar para partido. Inglot y Mergea, a continuación, salvaron dos chances de rotura para luego concretar el match point que los manda directamente a los cuartos de final y deja a los colombianos sin la ilusión de poder hacer historia en Coachella.
El radar para ellos apunta ahora hacia la ciudad costera de Miami, un lugar mágico donde la pasada temporada llegaron a la final y donde complicaron a los hermanos Bryan en la búsqueda del título, que al final quedó para los locales. Del desierto al mar pasan Cabal y Farah esperando que esta vez aquellos partidos que se definen por detalles queden en sus manos.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/473258143418314752/wPCdGPjm_normal.jpeg» ]Fabián Valeth Orozco @FabianV_: Redactor en jefe de Match Tenis. Director y productor de medios de comunicación. Amante del tenis y del periodismo deportivo enfocado hacia este deporte.[/author]
