El sudafricano accedió a la segunda semifinal de su carrera en torneos de Grand Slam.
El contexto lo desfavorecía, los pronósticos lo desfavorecían, las cuatro derrotas en igual cantidad de duelos ante Federer le daban apenas una pizca de ilusión… pero Kevin Anderson lo consiguió. En una remontada que irá directo a los más grandes logros de su carrera, el sudafricano derrotó nada menos que al jugador más laureado en la historia de Wimbledon y se metió, contra todos los pronósticos, en las semifinales.
Ni el 0-2, ni el match point en contra que tuvo en el cierre de la tercera manga, fueron suficientes para doblegar al nacido en Johannesburgo, que dio una auténtica demostración de carácter para superar todo tipo de obstáculos e imponerse por 2-6, 6-7(5), 7-5, 6-4 y 13-11, tras cuatro horas y 14 minutos de juego. «Hice lo mejor que pude para seguir dando pelea durante el tercer y cuarto set», expresó luego de su inolvidable victoria. «Pienso que hice un gran trabajo. Superar a Roger Federer en Wimbledon es algo que recordaré siempre. Todo el tiempo me dije a mí mismo que este sería mi día», agregó Anderson, que derrotó al suizo, por primera vez, en cinco enfrentamientos.
Y es que los cuatro antecedentes hacían presagiar que Federer obtendría una victoria sin mayores problemas, puesto que nunca había caído ante su verdugo de este miércoles, quién no había podido arrebatarle ni un sólo set. Por si fuera poco, Federer llegaba al duelo de cuartos de final con la marca de 11 victorias consecutivas, 32 set ganados de forma consecutiva (terminó en 34) y 85 juegos de servicio sin conceder quiebres sobre el césped londinense.
Ahora, Anderson buscará un cupo en la final ante John Isner, que dejó en el camino a Milos Raonic con parciales de 7-6 (5), 6-7 (7), 6-4 y 6-3 en dos horas y cuarenta minutos de juego. La clave para el tenista de 33 años, que se estrenará en una semifinal de Grand Slam volvió a ser su servicio, con el que logró 26 saques directos.
Redacción Match Tenis