Pasamos por Londres, recalamos en Melbourne y luego en París, para volver a la capital inglesa, antes de llegar a Nueva York, donde, según la ATP, tuvo lugar la derrota que más retumbó en el circuito masculino durante el 2018.
Fue en septiembre, cuando Flushing Meadows parecía más un infierno que un complejo deportivo. Roger Federer ya venía padeciendo las sofocantes temperaturas neoyorquinas, pero aún así había superado los tres primeros obstáculos en su intento de reconquistar el US Open después de una década.
Hasta que se topó con John Millman, un incansable australiano que pareció robarse el poco aire que había en el Arthur Ashe durante esa noche en la que certificó su primera clasificación a los cuartos de final de un Grand Slam. «Fue una de esas noches en las que sentí que no podía respirar. No circuló el aire en absoluto«, expresó en aquel momento el suizo.
La victoria sirvió para que el aussie igualara el historial ante Roger, y de paso que propinarle su primera derrota en el major norteamericano ante un rival ubicado por fuera de los 50 mejores del mundo. «Perdía energía a medida que pasaba el tiempo. En cambio, John fue capaz de lidiar mejor con ello. Fue decepcionante. En cierto modo me alegró que terminara el partido», confesó el pentacampeón del US Open tras la derrota.
«Lo único que puedo controlar es mi espíritu de lucha. Siempre lo he hecho», expresó el nacido en Brisbane, luego de quedarse con la maratón de tres horas y 35 minutos.
Revive lo mejor de aquel choque entre el suizo y el australiano:
Redacción Match Tenis
