Carlos Alcaraz no pudo revalidar su corona en Wimbledon, pero deja Londres con sensaciones positivas y un discurso marcado por la gratitud y el orgullo.
Tras caer en la final ante Jannik Sinner, el español valoró el partido y su desempeño en la gira sobre césped con madurez y serenidad: “Siempre es una sensación amarga perder partidos, y un poco peor cuando se trata de una final. Pero, en general, estoy muy orgulloso de todo lo que he hecho estas últimas cuatro semanas en Londres. Salgo de la pista con la cabeza muy, muy alta porque hoy lo di todo. Jugué contra alguien que estuvo increíble”, comentó.
Lejos de lamentarse en exceso, Alcaraz destacó lo que considera una de las historias más importantes del tenis actual: su rivalidad con Sinner. “Estoy realmente feliz de tener esta rivalidad con él. Creo que es genial para nosotros y para el tenis. Cada vez que jugamos, nuestro nivel es altísimo. Si soy honesto, no veo a otros jugadores enfrentándose con el nivel que nosotros mostramos cuando nos enfrentamos. Esta rivalidad se está construyendo muy bien. Jugamos finales de Grand Slam, finales de Masters… eso significa que estamos en los mejores torneos del mundo. Estoy muy agradecido por eso”.
Además, Alcaraz reconoció que enfrentar a un jugador como el italiano le obliga a superarse constantemente. “Gracias a esta rivalidad tengo la oportunidad de dar el 100% cada día en los entrenamientos. El nivel que debo mantener y elevar para vencer a Jannik es muy alto. Y eso me impulsa. Estoy realmente agradecido por eso”.
Sobre el nivel mostrado por Sinner en la final, el murciano no se mostró sorprendido: “En absoluto. No me sorprendió porque sé que es un gran campeón. Los campeones aprenden de… no voy a decir fracasos, pero sí de las derrotas. Sabía desde el principio que iba a aprender de aquella final en Roland Garros. No iba a cometer los mismos errores. Hoy jugó a un nivel altísimo y no me sorprendió, porque sé muy bien de lo que es capaz”.