La historia que pintaba épica para Grigor Dimitrov en la Catedral del tenis terminó convirtiéndose en una pesadilla inesperada. El tenista búlgaro, que se encontraba a un set de eliminar de Wimbledon al número uno del mundo, Jannik Sinner, se vio obligado a abandonar el partido en un giro dramático que dejó perplejos a los aficionados y encendió las alarmas en el circuito.
Con el paso de las horas, la gravedad del incidente fue confirmada por su agente, Georgi Stoimenov, en declaraciones al medio Tennis Kafe: “Grigor Dimitrov sufrió un desgarro parcial en su músculo pectoral”. La lesión no solo frenó su brillante actuación en Wimbledon, sino que lo obliga a renunciar a los torneos de Bastad, Toronto y Cincinnati, tres paradas cruciales de la gira previa al US Open.
Aunque el panorama es preocupante, el equipo del búlgaro se muestra moderadamente optimista con respecto a su recuperación. La meta es ambiciosa: regresar en condiciones para disputar el último Grand Slam del año. A sus 34 años, y en uno de los mejores momentos de forma de su carrera reciente, el tiempo de recuperación será clave para saber si este percance fue solo un bache en su resurgir… o el inicio de una despedida adelantada.