El ibérico le sacó jugo a la invitación que le entregó la organización del torneo.
Cada participación en un torneo para David Ferrer podría ser su despedida del evento, por eso causa tanta expectativa sus presentaciones lo que son sus últimas batallas como tenista profesional. Este jueves, el español debutó en Miami con una contundente victoria ante Sam Querrey con parciales de 6-3 y 6-2 en tan solo una hora y 11 minutos de juego.
«Me sentí muy cómodo y resté muy bien. El primer set fue muy igualado pero en el segundo si marqué la diferencia, hice tres `breaks’, estuve más consistente», afirmó el tenista de 36 años tras la cómoda victoria. «Arrancar ganando siempre es bueno. Mi objetivo es ser competitivo y espero serlo en mi próximo partido».
El triunfo ante el número 68º del mundo, lo empezó a construir desde los primeros compases del encuentro con un rápido quiebre que supo mantener durante todo el set inicial y que lo llevó a tomar la delantera con un 6-3. Para el segundo parcial, la historia fue aún más cómoda para el de Javea: rompió tres veces el servicio del estadounidense, y aunque cedió su saque en una ocasión, la diferencia que marcó fue suficiente para sumar su victoria 33º en el segundo Masters 1000 del año.
El finalista de 2013, enfrentará en la segunda ronda a Alexander Zverev, que oficia como máximo aspirante al título después de Novak Djokovic. «Es la tercera vez que lo enfrento. El futuro número uno del mundo. Voy a disfrutar el momento y no pensar mucho más allá». Cabe resaltar que esta es la gira de despedida del exnúmero 3 del mundo, que tendrá como próximas paradas: Barcelona y Madrid.
Redacción Match Tenis
