Antes de la reunión del comité ejecutivo de la Federación Colombiana de Tenis que se realizará el próximo 9 de mayo y determinará el nombre de la persona que manejará las riendas de este ente, Match Tenis dialogó con David Samudio, uno de los aspirantes a ocupar el máximo cargo de esta entidad, sobre su vínculo con esta disciplina, visión sobre el presente del tenis nacional y sus políticas en caso de que llegara a ser el próximo presidente.
Desde siempre, David Samudio ha estado conectado con el tenis colombiano, primero como jugador y posteriormente como dirigente. “Empecé a jugar tenis por mi papá que también practicaba este deporte. Entrené desde el año 1968 junto a representantes de Copa Davis como René Gómez, Luis Arturo González, Hernando Aguirre y también con históricos como Ariel Behar y Jairo Velasco”, recordó. “Representé a Bogotá en torneos Interligas y a Colombia en torneos suramericanos. Además, estuve en Juegos Bolivarianos de Barquisimeto 1981, donde gané dos medallas: plata y bronce”.
Pero todo en la vida de este bogotano no ha sido tenis, pues combinó su amor al deporte con su otra pasión: la arquitectura. “soy arquitecto y luego hice un posgrado en Gerencia de Proyectos y otro en el programa de Alta Dirección Empresarial”, expresó. Además, gracias a los estudios realizados se vinculó con el tenis en el área dirigencial. “primero estuve en el comité técnico del Club El Campín y Fontanar. En Aposentos hicimos un equipo de tenis, que contó con sus entrenadores, psicólogos y llegamos a sacar varios top-10 del circuito nacional. Finalmente ingresé a la Liga de Tenis de Bogotá desde hace 12 años y allí siempre hice mi aporte a la comisión técnica”.
En cuanto al nuevo Comité Ejecutivo de la Federación Colombiana de Tenis, David Samudio destacó la importancia de contar con representación de diferentes regiones del país y la capacidad de cada integrante: “somos tres personas que siempre hemos estado vinculados al tenis y casi llegamos a ser profesionales. Leónidas Oyaga del Atlantico, Gustavo Loaiza del Valle y yo en Bogotá. Mientras, Pablo Felipe Robledo y Augusto López, son dos apoyos grandes a nivel de contactos económicos y políticos, y ellos también aportarán su parte”.
El ex jugador y hoy arquitecto, también dejó claro su punto de vista frente al actual mandato de la Federación Colombiana de Tenis. “Tenemos que analizar lo bueno que dejó y mejorarlo, pero eso no significa que este comité ejecutivo sea una continuidad. Además, hay que descartar las cosas que no se hicieron bien”, y prosiguió, “a la Federación hay que dedicarle tiempo como lo hizo Gabriel Sánchez Sierra, que la tomó cuando estaba prácticamente en quiebra. Sé que cualquiera está en la capacidad de ser presidente”.
Samudio dejó claro sus pilares si llegara a ser elegido como presidente del ente que rige el tenis colombiano y para los próximos cuatro años tiene como objetivo: “masificar el tenis colombiano en los circuitos juveniles, subiendo de 2.000 a 4.000 jugadores. Mejorar el circuito nacional y cambiar su calendario. Afianzar la relación entre los jugadores y universidades de Estados Unidos, que es otra forma para llegar al profesionalismo. Realizar un circuito Senior, como lo tienen otros países en el mundo y como Federación, empezar a trabajar con las Ligas y los Clubes”.
Finalmente, el dirigente colombiano se refirió a los empresarios que realizan torneos de tenis y afirmó que la Federación Colombiana de Tenis les brindará la ayuda requerida, siempre y cuando ellos también le aporten a la entidad: “Sí ellos trabajan en función de ayudar a los jugadores colombianos y dejarle algo a la Federación, hay que apoyarlos para que sigan haciendo más torneos, pero ellos tienen que entender eso”.
Con las declaraciones recogidas en la nota de Gustavo Loaiza y ahora, David Samudio, queda claro que el tenis colombiano está próximo a tener un giro de 180 grados, donde se va a tomar las cosas buenas del actual mandato e implementar nuevas ideas que aporten al mismo fin: sacar adelante un deporte que cada vez tiene cabida en el país.
Redacción Match Tenis
