La historia de cómo empezaron a trabajar Amanda Anisimova y Jaime Cortés.
La aventura de Amanda Anisimova en Roland Garros tiene un sabor especial para Colombia, ya que un representante de nuestro país está guiando el proceso de la joven prodigio del tenis norteamericano: Jaime Cortés (26 de julio de 1965), un partícular jugador que llegó a estar entre los 200 mejores del mundo, pero que con el paso de los años se dio cuenta que su verdadera vocación estaba en enseñar.
Jaime Cortés y Amanda Anisimova
«Yo conocí a su padre Konstantin Anisimov cuando Amanda recién acababa de nacer. En esa época vivía en Estados Unidos y él me buscó para entrenar a su hermana Maria, quien tiempo después tomó la decisión de ir a la universidad”, contó a Match Tenis Jaime Cortés sobre el momento en que nació la relación con la familia Anisimov.
Sin llegar a imaginarlo, una década después el destino volvió a unir los lazos de la familia de origen ruso y la del entrenador colombiano. “Los años pasaron y yo viajé con María Camila Osorio al Orange Bowl en la categoría 12 años y allí nos volvimos a encontrar, nuevamente nos acercamos, la amistad se hizo más fuerte y empezamos a trabajar, ya que todos los diciembres yo viajaba a Estados Unidos”, agregó.
El primer contacto profesional se dio hace prácticamente año y medio en un viaje del entrenador nacional a los Estados Unidos. «Trabajamos más que todo el aspecto mental y la movilidad». En ese momento el papá me dijo que si podía ayudarle a preparar los torneos de la gira norteamericana que comprendía Indian Wells y Miami. «Aunque no estuve con ella porque había gente de la USTA de por medio, se consiguieron muy buenos resultados. Recuerdo que le ganó a Kvitova y se metió a octavos de final con apenas 16 años», recuerda. «Sin embargo, una torcedura de tobillo en Miami la obligó a dejar el circuito durante varios meses».
El ascenso de la joven de 17 años se reflejó en Australia donde llegó a los octavos de final, empezando a mostrar que su tenis también estaba hecho para los grandes eventos. Pero esa dosis de confianza adquirida en el primer Grand Slam del año desapareció con los siguientes resultados: cuatro derrotas en los siguientes siete partidos.
«Su mamá me llamó y me preguntó qué con quién estaba trabajando. Le dije que con nadie. Entonces ella me dijo que le gustaría inscribir a Amanda en Bogotá y yo le dije que la idea me parecía muy buena pero con una condición: tenía que venir sin ningún entrenador, preparador físico y cinco días antes de empezar el torneo», comenta el ‘coach’ de 54 años de edad, que siempre tendrá en su memoria que el primer título de la carrera de la estadounidense fue esa semana.
La relación entre ambos se extendió fruto de los buenos resultados cosechados, y viajaron a los torneos de Madrid, y Roma, y ahora, en Roland Garros donde han plasmado en cancha el trabajo que vienen realizando. «Hemos trabajado mucho la parte mental y la parte de movilidad. Lo importante es formar un buen equipo para seguir cumpliendo nuestros objetivos».
Ante Simona Halep en los cuartos de final de Roland Garros, continuará la historia de la americana que es guiada por un colombiano que a lo largo de su carrera tiene entre sus registros el haber llevado a Juan Sebastián Gómez al número 1º del mundo en el 2010. ¿Hasta cuando durará el idilio?
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/1064624716093239296/ZyWDOQfI_400x400.jpg» ]ANDRÉS VARGAS PERAZA: @andresvarperaza. Periodista especializado en tenis. Exjugador de tenis con puntuación ITF. Miro el deporte desde una perspectiva diferente. Estuve en el lugar del deportista, ahora del periodista. Director y editor del portal www.matchtenis.com[/author]
