Lo que pintaba como un paso más en el desarrollo del tenis adaptado de Colombia se ha convertido en un dolor de cabeza, especialmente para Johana Martínez, una de las personas que más han contribuido a la evolución del deporte paralímpico de nuestro país durante la última década.
Además de su destacado desempeño como tenista y de los registros históricos que acumula en esta modalidad, la bogotana creó Fundación Ganbare con la firme intención de contribuir con el desarrollo y fortalecimiento de los deportistas paralímpicos de nuestro país.
Pero a pesar de su noble propósito y del poco tiempo que lleva en funcionamiento, por estos días, Ganbare afronta un enorme desafío por culpa de un error en los trámites de importación de varias sillas de ruedas que iban llegar como donación.
“La solicitud se hizo ante la ITF a través de la Federación Colombiana de Tenis (FCT), y junto a ellos, yo estuve encargada de ese proceso, asumiendo los gastos de envío, con la idea de recibir donaciones desde la fundación Ganbare para cubrir esos costos y poder repartirlas entre los jugadores del país. Trabajamos con la FCT toda la logística. (…) Fueron siete meses en ese proceso, enviando la documentación y adquiriendo las sillas que venían desde China”, explicó Johana.
¿Pero qué ocurrió entonces? A pesar de estar cerca de medio año organizando la logística, los documentos aportados por la empresa de Inglaterra que enviaba las sillas presentaban muchas inconsistencias, una de ellas y la más importante, fue que el certificado de exportación se encontraba vencido, por eso, el trámite sería negado. El ministerio del Deporte también apoyó con diferentes gestiones para que las sillas llegaran a Colombia.
“Los números no coincidían entre sí, el error no se corrigió a tiempo y desde la fundación tuvimos que pagar la multa correspondiente porque desde Inglaterra no se hicieron cargo. Además, los costos del bodegaje en Buenaventura seguían incrementando y todo eso sumó mucho dinero”.
“Ya estando las sillas en nuestro poder, se revisaría si el reembolso de los gastos que asumimos desde la fundación Ganbare serían cubiertos por la FCT, a través del proyecto de tenis en silla de ruedas con el Ministerio del Deporte o con alguna iniciativa de la fundación y la empresa privada”.
Para infortunio de Johana, de Ganbare y de los cientos de deportistas paralímpicos, la equivocación no tuvo vuelta atrás y hubo que devolver las sillas a Europa. “La ITF nos respondió que no contaba con el presupuesto para volver a enviar las sillas, así que se las devolvieron al fabricante“, comentó la líder de esta iniciativa.
En este momento, Johana se encuentra en el proceso de demostrar que la Fundación Ganbare tuvo que incurrir en múltiples -y millonarios- gastos por errores de terceros, pero la ITF se ha mostrado reacia a ofrecer una solución y el déficit económico sigue presente.
Por eso, en los últimos días Johana lanzó la rifa de una camiseta del equipo de Copa Davis con el autógrafo de varios de los mejores tenistas de la historia de Colombia, quienes han ayudado a difundir esta iniciativa para contribuir con el óptimo desarrollo de sus colegas en silla de ruedas.
Apoyemos a la fundación Ganbare:
[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/1122365846247096320/gFoXr9nB_400x400.jpg” ]Marcelo Becerra Concha (@Marcelob11) Disfruto conociendo el mundo del deporte desde adentro. Bogotá.[/author]
