La peor derrota para un gladiador es rendirse sin haber empezado la batalla. Rafael Nadal revolucionó esta mañana el torneo más importante de la tierra batida, después de convocar una rueda de prensa en la que anunció que su camino en París llegó a su fin. Tras dos primeras presentaciones arrolladoras, la muñeca izquierda del español se fundió y con ella todas las ilusiones de volver a levantar la Copa de los Mosqueteros.
«No puedo pegar el drive. Ayer fui a calentar y no golpeé ninguna derecha en todo el calentamiento. Jugué con la muñeca dormida ante Bagnis. Asumí los riegos y un poquito más pero mi muñeca no da para más», explicó el nueve veces campeón de Roland Garros, que en este 2016 igualó su mejor inicio en esta competición (2012), apenas cediendo nueve games entre sus encuentros de primera y segunda ronda.
Nadal llegó a soñar con levantar un nuevo título de Grand Slam en la arcilla que lo elevó al templo de los inmortales de este deporte. Sin embargo, una inflamación en el tendón, que viene aquejando desde inicios de este mes en Madrid, le imposibilitó cumplir ese sueño. «Es una situación complicada. Hace unos cuantos días el riesgo era menor, ahora es un hecho que si sigo jugando se me va a romper» aclara la quinta raqueta del planeta. Y añade: » Si se me rompe son meses fuera de la competición. Aún así, tal y como lo tengo actualmente, son unas cuantas semanas con la muñeca inmovilizada», finaliza.
El ganador de catorce ‘Grandes’ se marcha de Roland Garros con el cuerpo maltrecho y con el mal sabor en la boca que le ha dejado esta retirada. No obstante, desde ya ha puesto en marcha su proceso de rehabilitación, que espera que lo lleve a estar en plenitud de condiciones para la gira de césped y los Juegos Olimpicos de Río de Janeiro.
Redacción Match Tenis
