El extenista chileno, retirado hace dos años del circuito profesional, se coronó campeón del Masters de Leyendas que se disputó en la ciudad de Londres.
Foto: Champions Tour
Ya son más de dos años que Fernando González, o como lo renombraron El Bombardero de la Reina, se despidió del profesionalismo tras contar con 32 años. En el baúl de los recuerdos dejó 11 títulos de categoría ATP, otras 11 finales y una de ellas en el Abierto de Australia donde fue aupado por el esplendor de Roger Federer, quien hacía maravillas en el calendario en esa época de la historia. Además de la medalla de bronce que consiguió en Beijing en 2008.
Su carrera se vio irrumpida el 21 de marzo de 2012, cuando en pleno decidió colgar el raquetero para experimentar una nueva etapa. Su constantes problemas físicos le impidieron volver al nivel que lo llevó a ser el número cinco del mundo en 2007 y ser el temido bombardero del circuito, aquél que poseía una de las derechas más explosivas, potentes y certeras del momento. Todo se vio eclipsado en un punto impensado y cuando se vislumbraba que el chileno podía dar aún más, ser por otro tiempo un protagonista dentro del curso de los mejores.
Pero la nueva vida tiene que seguir su recorrido y Fernando González decidió irse por el lado de ser entrenador y empezó a moldear a futuras estrellas del tenis de su país, quien se ha quedado rezagado en la actualidad y no ha visto una buena camada como la de él, Paul Capdeville o Nicolás Massú. Y en el el último tiempo decidió juntarse en el equipo técnico del colombiano Santiago Giraldo, siendo uno de los artífices -junto a Felipe Berón- del progreso que lo ha encimado a ser el mejor colombiano en el ranking ATP.
Pero Fernando González fue más allá y se vio en la necesidad de seguir pegándole a la bola como todo un profesional. Desde el pasado miércoles estuvo presente en el Albert Royal Hall en Londres para disputar la Copa de Maestros de Leyendas, junto a tenistas de la talla de Andy Roddick, Tin Henman, Tomas Enqvist, Sergi Bruguera o Xavier Malisse. “Disfruto mucho estar ante este público, así dejo de extrañar el circuito. Fue una gran experiencia para mí. No podía dejar de ver y mirar el edificio. Es fabuloso. Es increíble estar acá”, expresaba el chileno tras vencer en el primer partido al sueco Enqvist con un 6-3, 6-4. Luego le ganó al local Tin Henman por 6-4, 2-6, 10-6 lo que le permitió estar en la final en su primera participación en este evento.
Tras jugar unos días a un altísimo nivel y demostrando que la derecha sigue intacta y con fiereza, el Bombardero de la Reina fue verdugo de Andy Roddick tras derrotarlo por 6-4, 2-6, 10-4 y alzarse con el título de maestro de los jugadores veteranos. Una experiencia que motiva al de Santiago, que lo hizo revivir las sensaciones que alguna vez experimentó en el circuito de profesionales y que hoy lo tiene como uno de los mejores en el mundo de los retirados.
Redacción MATCH TENIS
