De Bakker busca darle el último estirón a su carrera y firmó un gran semana en España, en su tercer torneo del año
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Thiemo De Bakker era una de las grandes promesas del tenis neerlandés a mediados de los 2000, las lesiones, la depresión y el haber perdido su fortuna por las apuestas lo llevaron a dejar el tenis en 2019. En 2023 busca reencontrarse con el deporte que tanto le dio y este sábado firmó el subcampeonato en un ITF en España.
El nacido en La Haya estaba destinado a ser la gran estrella del tenis de los Países Bajos luego de ser uno de los mejores Júniors de su generación, convirtiéndose en no.1 del mundo y campeón juvenil de Wimbledon, su carrera profesional alcanzó como su mejor logró haber conseguido nueve títulos Challenger y ser no.40 del mundo en 2010.
Pero las lesiones le pasaron factura, sumado a los malos manejos de su fortuna y la muerte de su padre que lo llevó a una fuerte depresión, por lo que en 2019 decidió dejar el tenis por haber perdido esa energía que lo mantuviera a pleno en cancha. Con lo que comenzó a trabajar con la Federación de tenis de su país siendo uno de los mentores de la promesa Thijs Boogaard, pero a finales de 2022 decidió volver al profesionalismo.
Con 34 años se planteó retomar el tenis para lograr darle un último estirón a su carrera tenística y el martes pasado consiguió su primera victoria profesional, luego de cuatro años, y fue en el ITF M25 de Palmanova, España venciendo a Gabriele Piraino 6-4 y 7-6. Pero esta sábado el neerlandés consiguió su logró más importante desde que firmara su retiro provisional, al ser finalista de dobles junto a su compatriota Mats Hermans.
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Redacción – Iván Aguilar
