La joven tenista norteamericana consiguió su primer éxito WTA en el torneo de Charleston.
El nombre de Emma Navarro estuvo muy vinculado en los últimos años en el circuito juvenil de la ITF. Hace un par de años alcanzaba la posición número tres el ranking internacional de esta categoría, gracias a grandes resultados como el subcampeonato de Roland Garros 2019 donde perdió ante la canadiense Leylah Fernandez, o las semifinales en Wimbledon durante ese mismo año.
Sin embargo, lo que normalmente debía haber sucedido al término de esta etapa, que es empezar a transitar en el profesionalismo y mucho más al ver sus capacidades como juvenil, para la tenista de 19 cambió rotundamente al tomar la decisión de ir a la universidad, exactamente a la de Virginia donde hace parte del equipo de tenis.
Pera esta semana, durante el desarrollo del WTA 500 de Charleston, el nombre de Navarro volvió a resonar luego de recibir una cuestionada invitación al cuadro principal del torneo, uno de los más tradicionales que tiene el circuito femenino y que presume de una categoría importante durante la temporada.
Esta invitación se dio por una particularidad: es la hija de los propietarios del torneo. En 2018, la familia Navarro compraron el Charleston Tennis LLC, lo que les otorgó el derecho de propiedad del torneo y del estadio donde se desarrolla año a año el evento. De hecho, un año después de la adquisición también recibió una invitación, pero cayó en primera ronda ante Laura Siegemund.
Para este año las cosas fueron distintas: la nueva oportunidad le dio su primera victoria a nivel WTA en cuadro principal, luego de vencer a la mexicana Renata Zarazúa por 6-4, 6-3; sin embargo, este miércoles se vio superada por la preclasificada #15 del torneo, la rusa Veronika Kudermetova. Una oportunidad de oro que aprovechó al máximo.
Redacción: Fabián Valeth Orozco.
