La rosarina de 23 años vive un sueño en París, después de una etapa repleta de obstáculos.
Casi sin darse cuenta, aunque con muchísimo esfuerzo de por medio, Nadia Podoroska se encuentra viviendo el mejor momento de su carrera deportiva. Este martes, la argentina clasificó por primera vez a las semifinales de un Grand Slam y cortó una sequía de 16 años sin representantes de su país entre las cuatro mejores de Roland Garros (desde Paola Suárez en 2004).
A propósito de este logro tan significativo para el tenis albiceleste, la protagonista del día en París se refirió al enorme significado que tiene para ella esta actuación. «Para mi es muy especial, porque en toda Suramérica no tenemos demasiados torneos«.
«Es muy complicado encontrar grandes oportunidades para todas las chicas del continente. Por eso creo que es bueno que tengamos este tipo de resultados. Quizás ayude a todas las chicas jóvenes», aseguró.
Y hablando de situaciones complicadas, Podoroska no se olvidó de los años en que la vida y el tenis la pusieron ante uno de sus grandes desafíos. «La época mas difícil para mi fue hace unos dos o tres años. Tuve demasiadas lesiones, estuve ocho meses alejada del circuito y perdí mi ranking, así que cuando volví no tenía dinero para viajar a los torneos», comentó.
«Fue un momento muy duro para mí, porque también cambié todo mi equipo. Trabajé durante 10 años con mi viejo entrenador, pero luego cortamos el vínculo. En ese momento no sabía bien qué hacer».
Por fortuna para ella, para Argentina y para toda Suramérica, las condiciones actuales son totalmente opuestas. «Me siento completamente fresca, sin dolores ni problemas en mi cuerpo. La semana previa a Roland Garros jugué y gané un torneo; jugué cinco partidos seguidos antes de venir. Pero me siento bastante bien».
Su rival en semifinales será la polaca Iga Swiatek, que en el cierre de la jornada superó 6-3 y 6-1 a Martina Trevisan.
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