El tenista suizo se clasificó a las semifinales del Masters 1000 chino por quinta ocasión en su carrera.
Las dudas y los desajustes en el juego no han sido impedimento para que Roger Federer continúe sumando triunfos en Shanghái. Una prueba más de ello fue el choque que protagonizó en el cierre de la jornada ante Kei Nishikori, a quien superó con parciales de 6-4 y 7-6 en una hora y 43 minutos de juego, para así instalarse entre los cuatro mejores del torneo asiático.
El defensor del título se mostró agresivo desde el primer game; generó seis oportunidades de quiebre recién en el primer juego de saque del japonés, una muestra de sus intenciones pero también de la baja efectividad que lo acompaña desde hace varios meses en este tipo de situaciones. A medida que avanzó el trámite, el helvético fue tomando ritmo, pero también su rival, quien viene en alza después de haber comenzado la temporada jugando torneos del circuito Challenger.
Con quiebres de lado y lado, la ventaja inicial que tomó Federer fue vital para que la primera manga cayera de su lado; la poca solidez de Nishikori le permitió uno que otro golpe fuera de centro, pero en el segundo parcial debió ajustar su derecha para evitar que ocurriera lo mismo que en sus dos presentaciones previas en las que permitió que sus rivales revivieran en el marcador y lo obligaran a disputar un tercer set -en aquellos momentos- con final incierto.
En semifinales, el nacido en Basilea enfrentará a Borna Coric, que está por segunda vez en esta ronda de un Masters 1000 (Indian Wells – 2018), luego de haber superado al australiano Matthew Ebden por 7-5 y 6-4. El historial entre el suizo y el croata es favorable al actual N°2 del mundo, que se impuso en dos de los tres enfrentamientos que han disputado.
Redacción Match Tenis