Las molestias físicas que anticiparon la despedida de Roger Federer en Roma no existen en París. Para el suizo, la ilusión de regresar al torneo más importante del mundo sobre arcilla es mayor que cualquier obstáculo, y por eso prefirió ser cauto en el Masters 1000 de la capital italiana.
«Quería asegurarme de llegar al 100% a París, por eso tomé la decisión de no presentarme a ese partido (vs. Tsitsipas). A mi edad, estar bien físicamente es un privilegio», sostuvo el helvético en la rueda de prensa previa a su debut frente a Lorenzo Sonego.
La última vez que Roger recorrió los pasillos del Stade Roland Garros fue en 2015. «Muchas cosas han cambiado desde la última vez que estuve aquí. Me alegra ver como ha crecido el torneo. He echado mucho de menos esto, por eso estoy feliz de regresar a París (…) Este es el Grand Slam más cercano a mi país de origen y la gente siempre me ha demostrado su apoyo. Estoy ansioso por sentir el calor del público», confesó.
Respecto a sus posibilidades de repetir lo hecho en 2009, cuando levantó su único trofeo en suelo francés, Federer sostuvo que «he entrenado lo suficiente y he afrontado partidos bastante duros para darme cuenta que estoy en un alto nivel (…) Estoy jugando bien, pero ganar el título no es algo que dependa exclusivamente de mí«. Y una de las claves para aspirar a la corona será «emplear el menor tiempo posible durante las primeras rondas» para incrementar las chances.
El estreno del nacido en Basilea ha sido programado para este lunes, alrededor de las 7:30 am (hora colombiana), en la renovada Philippe Chatrier. Esta será la primera vez que choque en el circuito ante el italiano Sonego, sobre el que aseguró que «tendré que jugar a un gran nivel, porque se mueve muy bien sobre tierra batida».
Redacción Match Tenis
