El nacido en Basilea accedió a semifinales de un Grand Slam por 44° ocasión en su carrera.
Habían pasado cuatro años y seis enfrentamientos desde aquellos cuartos de final de 2015, también en París, en los que una versión fulminante de Stan Wawrinka -sin saberlo- le abriría la puerta a una extensa ausencia de Roger Federer, que entre lesiones y falta de confianza, no pisó un torneo sobre arcilla durante tres temporadas.
Pero el actual número tres del mundo se desafío a sí mismo, decidió volver a competir en esta parte de la temporada, y aunque en varias oportunidades aclaró que jugaba «sin grandes expectativas», su tenis y sus resultados han ido en contravía de lo que ha expresado fuera de la cancha.
Este martes, tras cuatro años de ausencia, el helvético aseguró un cupo en las semifinales de Roland Garros, gracias al 7-6(4), 4-6, 7-6(5) y 6-4 con el que superó a su compatriota, tomándose revancha de lo ocurrido en 2015 y ampliando la parternidad en un historial que ahora está 23-3 a su favor.
Esta será la octava aparición de Federer en la fase de los cuatro mejores, instancia en la que su nombre no figuraba desde 2012, cuando cayó ante Djokovic en la estación previa a a la final.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/1122365846247096320/gFoXr9nB_400x400.jpg» ]Marcelo Becerra Concha. Disfruto conociendo el mundo del deporte desde adentro. Bogotá.[/author]