Roger Federer no es tenista, es inventor. Este 28 de enero se le ocurrió convertirse en el primer hombre que levanta 20 títulos de Grand Slam, luego de superar al croata Marin Cilic en la final del Australian Open, con parciales de 6-2, 6-7, 6-3, 3-6 y 6-1. Así, el suizo de 36 años festejó su sexta corona en el país oceánico e igualó a Novak Djokovic y a Roy Emerson como los más ganadores en Melbourne.
La revancha de la última final en Wimbledon contó con Federer como dominador absoluto de lo que pasaba en la Rod Laver. Cuando corrían 12 minutos de comenzado el juego, el suizo ya se encontraba arriba en el marcador con una ventaja de 4-0. Rápido de piernas, preciso en sus golpes y con la vasta experiencia en instancias de ese calibre, Roger se adueñó de la primera manga ante un rival que parecía superado por el contexto. Cilic estuvo desaparecido en el amanecer del partido y la primera manga se decidió en apenas 24 minutos: cometió 12 errores no forzados; nueve más que ‘Su Majestad’.
Distinto fue lo que sucedió a continuación. El croata se afirmó dentro de la cancha y peleó de igual a igual con un Federer que ya no ejercía la misma supremacía, pero tampoco dejaba que su rival impusiera las condiciones. La paridad de la segunda manga se estiró durante 12 games en los que ambos contaron con varias oportunidades de quebrarse el servicio (sin éxito), hasta que el tie break apareció para darle vida al balcánico en la final: Cilic se llevó el desempate por 7 a 5, gracias a sus 16 tiros ganadores y equiparaba las chances de obtener el título. Sin embargo, el tercer set contó con el mismo libreto de los primeros minutos. El ahora hexa-campeón del primer major del año volvió a tomar las riendas del encuentro, aprovechó una desatención de Cilic para quedarse con su servicio y ponerse 4-2 arriba. Se olvidó de los 15 errores no forzados del set anterior y se encarriló hacia el 6-3 que lo ponía a tan solo un set de seguir ampliando su leyenda.
Pero Cilic sacó su espíritu competitivo, ese que tanto caracteriza a los deportistas de su región, y, a pesar de un comienzo errático (estaba 1-3 abajo), ganó cinco juegos consecutivos para estirar la definición del torneo a un quinto set. Federer parecía sin oxígeno, perdió movilidad de piernas y su porcentaje de primeros servicios cayó estrepitosamente hasta un 36% de (baja) efectividad. El croata conectó una serie de derechas inatajables y parecía mejor para encarar la recta final del partido.
Con el marcador en tablas, la definición del campeonato parecía encontrarse en su punto más álgido. Federer, que había cedido sus dos últimos juegos de saque, tuvo que trabajar de más para salvar dos pelotas de break en el comienzo del quinto parcial. Sufrió, pero lo consiguió y, entonces, el que sintió el golpe fue Cilic, que le cedió el quiebre y el campeonato al helvético. La desventaja fue irremontable para Marin y Roger se encaminó hacia su vigésima corona de Grand Slam con un contundente 6-1.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/742066367357161472/-CXpz_zc_400x400.jpg» ]Marcelo Becerra Concha (Twitter: @Marcelob11) Nací en Bogotá, tengo 22 años, soy estudiante de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad de La Sabana. Fanático del fútbol argentino y el tenis[/author]