La última victoria que el oriundo de Basilea se anotó sobre polvo de ladrillo fue en Roma (2016) ante Alexander Zverev.
Tras el título del Masters 1000 de Miami, la mente de Roger Federer deberá descansar para, posteriormente, cambiar el chip para volver a disputar la gira de polvo de ladrillo después de tres años, algo que se había vuelto inusual en la carrera del que algunos bautizan como ‘El mejor de todos los tiempos’.
“Ya ni siquiera recuerdo como deslizarme en polvo de ladrillo”, confiesa el jugador que tiene un récord de 214 partidos ganados y 68 perdidos sobre esta superficie. “Para ser honesto, no jugué un solo punto o un solo tiro sobre arcilla el año pasado. Hace dos temporadas jugué un par de días y en 2016 no me sentí muy bien en Mónaco ni en Roma”, sentenció el suizo, que disputó su último partido en polvo de ladrillo en los octavos de final del Masters 1000 de Roma (2016).
“No sé que esperar. No tengo mucha confianza en esta parte de la temporada”, continúa el ganador de once títulos sobre polvo de ladrillo. “Creo que esta victoria (título en Miami) me quita presión. Yo quiero jugar bien en arcilla y por eso me voy a preparar bien. En eso estamos enfocados con mis entrenadores y preparadores físicos”.
Para este 2019, la aventura de Roger empezará en la ‘Caja Mágica’, donde tiene un registro de 43 partidos, con un saldo de 35 victorias y ocho derrotas; además, es el segundo jugador con más títulos, siendo superado únicamente por Rafael Nadal, quien tiene cinco. “Madrid es como una prueba. Obviamente quiero estar listo para París. Espero que todo ese trabajo que haga valga la pena para la gira de césped y de canchas duras”. Y finalizó: “físicamente, las cosas deberían estar bien, pero una vez más, veremos cómo reacciona el cuerpo”.
La prueba final del ganador de veinte ‘majors’ será en Roland Garros, y lo que se murmura en el circuito es que será su última gran batalla sobre pistas lentas.
Redacción Match Tenis
