Cada vez es más común que los tenistas en la rama masculina y femenina produzcan gemidos o gritos cuando golpean la pelota, por tal razón, la Universidad de Sussex, en Gran Bretaña, realizo y reveló un estudio sobre la influencia de estos en el resultado final de un partido.
Después de analizar 50 encuentros de jugadores ubicados entre los 30 mejores del ranking masculino, los científicos han definidos que entre más alto sea el nivel del gemido, es más probable que el jugador pierda el partido. La anterior conclusión es tanto para los hombres como para las mujeres. Además, se identificó que el grito es diferente cuando se está ganado que perdiendo.
El estudio especifica que un grito fuerte no implica que ese jugador vaya a perder el punto, según uno de los doctorados de la investigación, Jordan Raine, los gemidos “pueden reflejar factores fisiológicos o psicológicos a más largo plazo que pueden manifestarse incluso antes del partido. Estos factores podrían incluir encuentros previos, forma, ranking mundial, fatiga y lesiones”.
La calidad de Maria Sharapova, Serena Williams y Rafael Nadal parece ir pareja a la potencia de sus cuerdas vocales, pero lo cierto es que los aullidos, gemidos, alaridos y demás gritos han sido motivo de polémica en el tenis desde hace años. Servicios, golpeos y reveses suelen ir acompañados de fuertes gemidos que ayudan a diagnosticar el estado físico y mental del tenista, pero también pueden servir como táctica para desconcentrar al rival. Por ejemplo, Roger Federer se ha quejado más de una vez de la potencia de grito de Rafa Nadal.
Redacción Match Tenis