En la arcilla donde inició su gran momento del 2014, Santiago Giraldo superó a Janko Tipsarevic, que venía de 17 meses sin jugar, en dos parciales y se instaló en el lote de los cuartos de final en Houston, quedando a un paso de igualar su actuación del pasado curso.
Grandes recuerdos llegan a la mente de Santiago Giraldo al momento de pisar la arcilla del ATP 250 de Houston, torneo donde la temporada anterior inició su gran paso por esta superficie. Allí empezó todo, ese camino que lo llevaría después a la final de Barcelona y a los cuartos de Madrid y donde al final terminaría con su mejor ranking en carrera (28º). Y con la responsabilidad de revalidar lo logrado en 2014, el de Pereira ya había dado su primer pincelazo al vencer en el estreno al brasilero Rogerio Dutra Da Silva con facilidad, y esta vez el turno fue dar de baja al serbio Janko Tipsarevic (7-6, 6-3), inactivo hace más de 500 días y que jugaba su primer torneo desde el 2013.
Pero a pesar de estar tanto tiempo por fuera del calor de las canchas, Tipsarevic mostró una imagen de un tenista que no tenía meses sin estar curtido con los mejores. Sus golpes profundos, el ritmo inquietante y la derecha atrevida fueron parte de su repertorio para intentar desplazar al tenista colombiano, 32 del mundo y el preclasificado número cinco. De arranque, las intensiones de castigar partieron de lado del balcánico, quien en el cuarto game vaciló con poner en aprietos a su rival, para luego dar el primer quiebre en el sexto capítulo. Pero tanta ventaja apenas fue momentánea, ya que Giraldo supo contrarrestar de inmediato acudiendo a su disparos endiablados y teniendo en la mira cada una de las líneas. Y es que luego los servicios fueron fortalezas de lado y lado permitiendo que el tiebreak fuera quien decidiera el dueño del primer parcial, que desde los primeros compases se inclinó de lado cafetero, siendo certero al momento de atacar, sereno cuando estaba contra la pared y aprovechando una que otra falla de un Janko que empezó a ser errático.
El impulso fue grande y Giraldo lo supo. Romper el molde y dar el primer zarpazo ante un tenista de los galones de Tipsarevic siempre debe ser una misión, sin importar que éste fuera una sombra de sus grandes actuaciones: exnúmero 8 del mundo, campeón de Copa Davis y ganador de cuatro títulos ATP. El nacido en Belgrado demostró en su estreno ante Guilherme Clezar que tenía capacidades para poder experimentar y que tampoco era una ilusión llegar a la instancia de los ocho mejores. Pero sucede que se encontró con un Santiago estabilizado, impoluto en los momentos claves -en contra o a favor- y en la segunda parte aprovechó una de las dos opciones de quiebre que generó. También fue cuestión de solidez y efectividad.
Giraldo se encuentra en los cuartos de final y allí se topará con el excéntrico Jack Sock (derrotó a Roberto Bautista 6-4, 6-4), quien inició su temporada apenas en el pasado Indian Wells con una motivación en la mochila y en el dobles ya se hizo con el título en California e hizo final en Miami junto a Vasek Pospisil. Un riesgo que debe afrontar el pereirano si quiere llegar a la misma instancia del anterior curso y no quiere ver su ranking decaer. El mejor colombiano del momento tiene a favor el historial (2-0, ganando en los cementos de Indian Wells 2012 y Atlanta 2013) pero deberá no resbalar ante un público que estará en su contra y, tal vez, en horario estelar. Giraldo pasó una prueba; el viernes llega el examen.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/473258143418314752/wPCdGPjm_normal.jpeg» ]Fabián Valeth Orozco @FabianV_: Redactor en jefe de Match Tenis. Director y productor de medios de comunicación. Amante del tenis y del periodismo deportivo enfocado hacia este deporte.[/author]