La nacida en Constanza aseguró no sentir presión extra por haberse coronado en Wimbledon.
Los últimos antecedentes de Simona Halep en el US Open invitan a pensar que, a pesar de llegar como la vigente campeona de Wimbledon, la rumana no tendrá un camino fácil. Dos derrotas consecutivas en primera ronda -ante María Sharapova en 2017 y ante Kaia Kanepi en 2018- son el fiel reflejo de cómo se siente cada vez que debe jugar en la inmensidad del estadio Arthur Ashe.
“Acá se juega en medio de un ambiente bastante ruidoso y de mucho caos, algo que no es habitual en otros torneos. Pienso que a veces me ha superado el ambiente, pero me he ido acostumbrando con el paso de los años y sigo trabajando para adpatarme”, confesó la actual N°4 del escalafón WTA, cuya mejor actuación se vio en la edición 2015, cuando fue semifinalista.
Este año, Halep se estrenará ante la local Nicole Gibbs, a quien derrotó en el único antecedente entre ambas durante la temporada 2018. Por supuesto, el favoritismo cae del lado de la europea, a la que la presión de avanzar en el cuadro no le genera nada. “No siento presión por hacer algo especial aquí. Sigo motivada, trabajando para obtener nuevos títulos, pero después de lo que he vivio -en Wimbledon- siento que lo que venga será un extra”.
[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/1122365846247096320/gFoXr9nB_400x400.jpg” ]Marcelo Becerra Concha (@Marcelob11) Disfruto conociendo el mundo del deporte desde adentro. Bogotá.[/author]
