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Jenson Brooksby ya prepara lo que será su vuelta a al circuito en el Australian Open tras haber cumplido una suspensión, previo a ello el estadounidense quiere volver al tenis sin tapujos y se abrió a los aficionados para contar un duro pasaje de su vida.
Fue hace un par de años cuando Brooksby dio la gran campanada en Melbourne al derrotar a Casper Ruud en la segunda ronda y con ello ponerse un gran peso sobre su espalda al ser una de las nuevas sensaciones del tenis estadounidense. Meses después su carrera sufrió una inesperada interrupción que lo alejó de las canchas por una serie de lesiones, operaciones y una más por 13 meses al haberse saltado una serie de control antidopaje.
En una reciente entrevista a AP, Brooksby contó lo difícil que ha sido atravesar por todo ello y sumado a que hasta el momento siempre ocultó algo al público, pues el californiano confesó que sufre del trastorno del espectro autista, mejor conocido como autismo.
«Es algo que no quiero tener que guardar para mí. Obviamente, es un tema personal que, incluso, con personas con las que te puedes sentir muy cómodo, en mi opinión, al menos durante mucho tiempo, no era algo que se pudiera decir sin más como parte de una conversación», comentó el antiguo top-40 del mundo.
Brooksby expresó que tuvo una infancia muy difícil al haber acudido a múltiples terapias que le permitieron hablar apenas hasta los cuatro años de edad y ahora en su carrera profesional, lo que para muchos podría ser un impedimento, él lo ve como una ventaja dentro de la cancha. «[El autismo] es una gran fortaleza momentos de presión. Puedes concentrarte en dos o tres detalles específicos realmente bien durante un largo período de tiempo».