Contrario a los habituales episodios del pasado, el australiano se mostró reflexivo respecto a su comportamiento, según recoge el portal Ubitennis.
Maduro, sereno, reflexivo… así se mostró Nick Kyrgios luego de haber sido galardonado como el mejor deportista masculino de este 2018 en Canberra. Lejos de la actitud desafiante y desinteresada que lo ha caracterizado, esta vez, el australiano de 23 años expresó su intención de trabajar en pro de su crecimiento como profesional.
A pesar del título que capturó durante la primera semana de enero en el ATP 250 de Brisbane, Kyrgios vivió una temporada con más amarguras que actuaciones destacadas. Y él mismo cree saber los motivos: “Las extensas jornadas lejos de mi casa, jugar torneos innecesarios y enfocarme en aspectos sin importancia, definitivamente me desgastaron este año“, apuntó.
Por eso, considera vital enfocarse en las cosas positivas que rodean su vida personal. “A partir de ahora jugaré únicamente los torneos que me motiven a competir y así tendré una agenda más liviana para poder dedicarle tiempo a mi fundación”, explicó el asussie, quien asegura que lo más importante es hacer cosas que contribuyan a su bienestar psicológico.
Es por eso que ha comenzado a trabajar junto a especialistas en esta rama de la salud. “Me encuentro trabajando con dos psicólogos para mejorar mi salud mental, aunque considero que he crecido como persona en el último tiempo. Estar al frente de mi fundación se ha convertido en algo muy especial para mí, y por eso quiero dedicarle mucho más tiempo”, confesó el actual 35° del ranking ATP.
“Un día me senté a pensar en lo que me hacía feliz, y me di cuenta que ayudar a aquellos niños que sueñan con ser deportistas, pero no tienen los recursos para lograrlo, es lo que me motiva y me hace sentir pleno”, sostuvo un Kyrgios reflexivo del que ahora se espera que combine la madurez mental con su inagotable talento dentro de la pista.
Redacción Match Tenis
