Nacida en Cracovia y hermana de tenista profesional (Urszula Radwanska), Aga ha conseguido perfeccionar cada año su estilo de juego. Desde sus orígenes humildes, muchos eran conscientes que el tenis había elegido a Radwanska para escribir páginas de oro en este deporte. A los 4 años cogió la raqueta para ir construyendo sin prisa pero sin pausa, una forma única de entender el tenis. Su talento hizo que jugadores mayores, procedentes de otras ciudades, fueran a Cracovia para medir su tenis frente a la polaca.
Foto: Sean M. Haffey/Getty Images North Americ
Aga no tiene la envergadura de Serena, Azarenka o Kvitova. La jugadora polaca mide 1,73 y no basa su juego en golpes potentes ni en números escandalosos al servicio. Sin embargo, con 18 años consiguió ser top ten. Gloria obtenida gracias a la inteligencia, excelente capacidad defensiva y el drive cruzado que siempre desarmó a sus rivales. Radwanska era una jugadora capaz de maximizar las debilidades de sus contrincantes y jugar con los ángulos de la pista. Desde 2011 mejoró su nivel tenístico hasta el punto que no ha bajado del top ocho mundial e incluso a partir del lunes será nuevamente la número dos del mundo. Hace unos años, los expertos dudaban sobre la capacidad de una jugadora sin golpes demasiado potentes para ganar a las grandes pegadoras del circuito.
El año pasado en Singapur, Agnieska habló sobre la pista y eliminó a jugadoras como Muguruza y Kvitova. Fue capaz de anular el juego de sus oponentes con el revés liftado y exhibió una mejora en el saque evidente. Tiene predilección la tenista polaca en rematar puntos con su excelente drive cruzado, pero ha mejorado bastante con el revés e incluso obtiene winners con la derecha paralela. Casi siempre usando el golpe adecuado en el momento justo. Experta en leer el juego y adelantarse un segundo sobre las acciones de sus rivales. A nivel táctico, hablamos de la equivalencia de Rafa Nadal en la WTA.
No se conforma Radwanska con todo lo conseguido. A sus 27 años, le quedan años en la élite y siente que puede ser un gran obstáculo a Serena Williams en el tramo final de su carrera. El “muro” polaco es capaz de contragolpear buscando siempre el punto más débil en sus rivales. Como diría Ali: “Vuela como una mariposa y pica como una abeja”. Los golpes de Radwanska nunca destrozarán un velocímetro, pero tengan por seguro que su talento es más difícil de contrarrestar y el Premier Mandatory de Indian Wells ha sido testigo de ello.
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