Una interesante reflexión dejo Jorge Mir Mayor, director de torneos ITF, sobre los jugadores de tenis que realmente son profesionales y los que no. Este español, también deja claro que en muchas ocasiones los entrenadores no son sinceros al dejar que jueguen tenis, cuando realmente saben que no tienen las condiciones para hacerlo. A continuación, dejamos su escrito:
Un tenista puede estar mintiéndole a su padre, a su madre, a sus familiares y a sus amigos, pero nunca conseguirá engañar a un buen entrenador y observador.
Y es muy sencillo comprobar las mentiras, pero muchos padres prefieren seguir en la mentira y auto engañarse pensando que va a tener un gran tenista.
Solo hay que observar al tenista y ver que hace cada día en los entrenamientos, en los torneos y en su vida, para saber cuáles son sus preferencias y si de verdad ama este deporte.
Lo peor de todo, es que el tenista mentiroso sabe que está engañando, pero esa vida de viajes, entrenamientos, hoteles, restaurantes etcétera le gusta, lo que no le gusta es dedicarse al 100% al tenis.
Cómo director de un ITF masculino y femenino, los veo llegar al torneo que celebramos cada año en Julio y percibo enseguida quién miente y quien va a darlo todo para intentar llegar a lo más alto en este deporte.
El tenista verdadero sabe lo que quiere y se ha marcado sus objetivos, es como un depredador que tiene todos sus sentidos afinados.
Cuida todos los detalles en el club, sus reservas de pista para los entrenamientos, sus menús de comida, sus raquetas encordadas en perfecto estado con sus grips impecables, sus estiramientos y sus ejercicios físicos cada día, sus masajes con el fisio, sus maneras y educación al pedir las cosas, su forma de observar otros partidos, sus tiempos de descanso, su manera y cuidados en su vestimenta, su tranquilidad y manera de estar, su control y sobre todo su respeto a las personas que trabajan en el club y sus socios.
Este jugador no engaña ha venido a luchar por llevarse el torneo.
Ahora vienen los tenistas mentirosos:
Casi siempre, aunque hay excepciones, son maleducados, no entrenan mucho y cuando lo hacen no se les ve centrados, no comen sano y siempre están de charla perdiendo el tiempo, no observan como juegan otros jugadores, están deseando ir al hotel para salir a cenar y dar una vuelta, no cuidan su material ni se cuidan físicamente. Es una forma de vivir sin preocupaciones y sin obligaciones.
Hay entrenadores que viajan con los mentirosos y que viven del sueldo que les pagan sus padres cada mes y por ello no quieran dejar las cosas claras con esos jugadores y con sus padres, pero creo que se equivocan ya que a la larga les va a perjudicar y lo que deben hacer es hablar para decirles que ese no es el camino y que sintiéndolo mucho lo van a dejar, por el bien del tenis y por ética profesional.
Autor: @JORGEMIRMAYOR
