El francés sacó pecho por el trabajo que viene realizando junto a su nueva entrenadora, Amelie Mauresmo.
Lucas Pouille se presentó en Melbourne el pasado 14 de enero, ante Mikhail Kukushkin, con un registro de cero victorias en sus cinco apariciones previas sobre suelo australiano. Pero algo cambió en el ámbito que rodea al francés de 24 años, que perdió sus tres partidos en la Copa Hopman y que ahora se ha colado entre los cuatro mejores de un Grand Slam por primera vez en su carrera.
“Es uno de los mejores días de mi vida. Me siento muy feliz realmente, porque sabía que sería un partido muy complicado (…) No he estado presionado, solamente he disfrutado del momento”, aseguró tras imponerse ante Milos Raonic por 7-6(4) 6-3 6-7(2) 6-4.
Y la responsable del destacado momento que atraviesa Pouille en esta recta inicial de la temporada es Amelie Mauresmo. “Pienso que ella ha llenado de confianza mi juego, mi personalidad y mi estado de ánimo”, sostuvo el actual 31° del escalafón mundial. “Los tiempos han cambiado, Amelie ya tuvo la experiencia de entrenar a Murray. Los hombres entrenan a las mujeres, ¿por qué no puede suceder al contrario? Como he dicho muchas veces, no se trata de ser hombre o mujer, se trata de conocer el tenis”, asevero Pouille en la rueda de prensa, ponderando el trabajo de la ex campeona de Grand Slam.
“Con Amelie siempre percibo un ambiente de tranquilidad. No está demasiado seria cuando se sienta a ver mis partidos; podemos reírnos e incluso hacer bromas, pero cuando nos disponemos a trabajar es realmente a eso. Es positivo tener buen ambiente y luego estar serios en los entrenamientos. Considero que es una gran entrenadora”, continuó el galo, que se estrenará en una instancia tan avanzada de Grand Slam ante el multicampeón Djokovic.
Redaación Match Tenis
