El chileno tiene bajo su batuta al chino Shang Juncheng, uno de los tenistas de mayor proyección a nivel mundial
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El tenista chino Shang Juncheng tiene 17 años y se convirtió este viernes en el primer tenista nacido en 2005 en alcanzar las semifinales de un torneo del Circuito ATP Challenger, lo hizo en el Challenger Lexington, Kentucky (Estados Unidos). Desde finales de julio empezó a trabajar con el chileno Marcelo Ríos, ex N°1 del ranking ATP; justamente, el ‘chino’ concedió el pasado miércoles una entrevista al Diario La Tercera en la que contó pormenores de su alianza con el joven asiático.
“Empezamos el viernes 22 de julio, tuvimos seis días para entrenar. Esto fue más como una prueba para decidir si vamos a seguir o no. Ellos me ofrecieron un acuerdo económico y Jeff Schwartz, mi agente, está negociando con ellos. Pero a mí se me ocurrió que, como él iba a jugar cinco challengers, le dije que jugara cuatro y descansara después de los dos primeros; luego entrenábamos una semana y yo lo acompañaba a los otros gratis y que solo me pagara los pasajes”, dijo Ríos.
“Yo debía cerrar contrato con él el lunes, pero dije que no, porque quiero ir a estos dos challengers con él y saber qué es estar ahí antes de tomar una decisión”, agregó Marcelo al ser cuestionado sobre el por qué no ha firmado ningún acuerdo. Una de las condiciones para trabajar con él es nunca tirar un partido: “Te veo regalando un partido, yo me paro y me voy. Luego le dije ‘me haces ir a Egipto y tiras un partido allá, nunca más me vuelves a ver. Pero él entiende y todo es en buena onda. Lo tengo que hacer más perro en la cancha, tampoco irrespetuoso. Le digo que en el tenis no viene a hacer amigos, que esto es una lucha, una guerra que hay que ganar”.
El austral habló de los aspectos que le corrigió a Juncheng. “Él tiene una derecha muy buena, de zurdo, que es muy pesada pero muy plana, un poco como la mía. Entonces, traté de meterle esa derecha para picar más, como la de Nadal. La entrenamos un día y la agarró. Tampoco quiero que cada vez que le pegue esté pensando en hacerla, pero la hizo”.
“La segunda fue la devolución. Él se echa para atrás y, en el lado de las ventajas, le dije que se parara en la línea y se metiera un paso, como lo hacía yo, y ahí le pegara. Así, él puede pegarle hacia el revés del otro tipo, y eso no sabía hacerlo. Lo aprendió en un día y lo hace perfecto”, complementó. “La tercera fue en su saque, técnicamente, es igual al mío, pero tiraba la pelota muy abajo. Ahora la está tirando más alta y la está agarrando arriba. También le he dicho que el quiebre no es quiebre si después no puede ganar su saque”, redondeó.
Marcelo también dejo claro que le falta más malicia. “El pendejo entiende rápido. Lo que sí, creo que es demasiado ‘buenito’, porque los chinos por una cosa de cultura son así. A lo mejor es muy educado, aunque quizás lo que menos tengo es ser educado. Un ejemplo claro es cuando la pelota pega en la red, dice ‘sorry, sorry’, como si fuera demasiado malo. O tampoco se atreve a pegar un pelotazo. Entonces, le dije ‘pónselo en la cara’. De hecho, le puse un pelotazo. La pelota dio en la red y me quedó para pegarle y él no se movió y le llegó en el pecho. Pero él entendió el mensaje. ‘Eso es lo que te va a pasar en un partido, es parte del juego y no tiene nada de malo. Por último, después dices sorry. A veces no tienes otra opción que tirar la pelota fuerte al cuerpo’, le expliqué”.
[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/532902040893022209/gonhrGnQ.jpeg” ]Francisco Vargas: Twitter @VargasPacho. Periodista especializado en tenis con una experiencia de 8 años en los diferentes circuitos de la ATP y WTA. Voice Over en eventos internacionales. [/author]
