El argentino expresó toda su frustración, debido a la situación que atraviesa tras confesar que fue tentado por una red de apostadores para amañar partidos.
La caída que sufrió Marco Trungelliti, este lunes, en la primera ronda de la qualy en el ATP 250 de Buenos Aires, no fue una más. Por estos días, el tenista nacido en Santiago del Estero atraviesa una situación de mucho estrés que evidentemente ha repercutido en su nivel dentro de la cancha. Cayó 4-6 y 1-6 ante el italiano Alessandro Giannessi, pero eso no fue lo importante.
“No tiene ningún sentido seguir jugando así, con la cabeza quemada“, exclamó Trungelliti al finalizar el encuentro ante el europeo, según cuenta el periodista argentino Sebastián Torok, quien publicó en el diario La Nación una denuncia del actual 117° del mundo en la cual asegura que, en 2015, una red de apostadores le ofreció hasta diez mil dólares por cada partido que amañara en el circuito ATP.
Trungelliti entregó detalles de la manera en la que surgieron los contactos con la persona que le ofreció amañar partidos, pero también dejó claro que desde el primer momento rechazó la propuesta y puso en conocimiento a la Unidad de Integridad del Tenis (TIU -en inglés-), ente encargado de combatir la corrupción en el tenis desde 2008, para hacer la denuncia formal. Sin embargo, el jugador de 29 años jamás pensó que su honestidad ante una situación tan compleja le traería problemas en su cotidianidad como tenista.
Las palabras que soltó al caer con Giannessi en la jornada de este lunes fueron el grito desesperado que retrata lo que pasa por su cabeza. La investigación de la TIU encontró relación entre la persona que contactó a Trungelliti en 2015 y la persona que había contactado a otros jugadores investigados por amaño de partidos como Nicolás Kicker, Federico Coria y Patricio Heras, pues, el número telefónico coincidía; era el mismo personaje.
“Me siento más liviano desde que pude contar la verdad. Me desahogué (…) Pero, claro, no es lo mismo competir que estar en tu casa. Hoy, la concentración ante Giannessi me duró 25 minutos”, sostuvo el gaucho en horas de la tarde. “Tenía pensado jugar la qualy en Río de Janeiro, pero no vale la pena; todavía no pude cambiar el chip. (…) Necesito ir a casa y respirar”.
“Yo no soy un topo, no soy buchón, no vendí a nadie. Solo hablé de mí“, soltó Trungelliti, quien asegura estar padeciendo su estadía en Buenos Aires debido al señalamiento de algunos de sus colegas. En principio tenía planeado estar en la capital hasta el próximo jueves, pero el contexto lo ha empujado a decidir que lo mejor es viajar cuanto antes hacia Andorra, donde reside junto a su esposa.
Redacción Match Tenis
