La colombiana tuvo un debut muy trabajado en la fase de clasificación del tercer Grand Slam del año.
María Camila Osorio puso su nombre en la segunda ronda de qualy de Wimbledon, pero tuvo que luchar por cerca de dos horas para poder superar la resistencia que le impuso la taiwanesa En-Shuo Liang. En un partido donde se le vio con mucha comodidad en el primer set, pero que fue bajando la intensidad a partir del segundo, la colombiana volvió a demostrar que cuando la situación es adversa, su capacidad de lucha siempre prevalece.
Y es que en el tercer parcial, la cucuteña llegó a estar en tres ocasiones con quiebre en contra, una situación que no terminó de aprovechar la asiática, quien nunca pudo confirmar con su servicio el break de ventaja que generaba. Fue en el noveno game donde Camila pudo sostener, lo que le sirvió para imponer presión en el siguiente y así llevarse la victoria.
“En el primer set estaba pegando muy bien con mi derecha, pero luego empecé a bajar la velocidad y en el tercero llegan los nervios, un momento para definir, así que como sea hay que meter la bola del otro lado; a veces metía slice de derecha y había que hacer lo que fuera por ganar los puntos”, retrata la colombiana en conferencia de prensa, luego de conseguir su primera victoria como profesional en esta superficie.
“En ese tercer set le estaba jugando mal, le estaba jugando mucho a la derecha y ella estaba cómoda, se estaba plantando; me tiraba a los lados y yo quedaba defendiendo. Hubo un momento donde me di cuenta que no podía tirarle más de dos seguidas a la derecha y empezó a cambiar a partido. Había momentos en los que me ganaba los puntos porque ella juega bien, la superficie le va bien, tiene un saque abierto muy bueno y su primer tiro. Lo importante es que estuve ahí todo el tiempo, no bajé los brazos, me mantuve firme de cabeza y lo pude sacar adelante. Estoy feliz con la victoria”, sentenció.
Osorio también analizó lo distinto para ella que es jugar en estas condiciones, que son relativamente nuevas. Como torneo de preparación tuvo Nottingham, donde se despidió en primera ronda, y como juvenil solo jugó tres torneos. “Es diferente jugar en esta superficie a lo que estoy acostumbrada que es arcilla, dos metros detrás de la línea, correr y meterla. Acá hay que jugar más agresiva, pero igual hay puntos que se pueden jugar aunque no es bueno estar corriendo de lado a lado, no está bien en esta superficie porque sabes los piques son más cortos y se puede acabar el punto. Algunos momentos toca así porque no hay más, hay momentos donde no salen las cosas muy bien”.
La colombiana, que antes del inicio del tercer set volvió a tener tratamiento en su pierna, enfatizó en cómo lleva esta situación que no le permite estar en sus mejores condiciones. “Es difícil. En Nottingham no me sentí bien, solo fueron tres días los que pude entrenar y no estaba cómoda, después la pierna con la que tengo molestias y el cambio me hizo más daño, me molesta mucho. Me dejó de doler, pero no la tengo igual de fuerte a cuando empecé en la arcilla. Es difícil porque paro y no me duele, pero juego, compito, freno y llegan las molestias. Pero al igual es divertido, son pocas semanas al año y hay que disfrutar de la bendición de estar en Wimbledon.
Por último, dejó claro cuáles son los aspectos que debe mejorar para poder tener una mejor conexión con el césped. “Yo creo que debo tener más confianza. ‘Richie’ me estaba diciendo que confiara más en mi derecha, que soltara mi golpe. Como la bola viene rápida, yo por querer meterla solo la pongo y la rival me toma la iniciativa y me hace daño. Me decía que acelerara, que tuviera confianza, que soltara el brazo“.
Y finalizó: “También es de adaptación, no es lo mismo correr en arcilla donde me deslizo; acá toca hacer pasos más cortos y acortar la cancha. También tengo que hacer muchos primeros saques, no me puedo quedar con segundos; y si lo hago, hacerlo con slice, porque hace más daño acá. Tengo que tener más confianza en mi derecha y variar”.
Redacción Match Tenis
