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Maria Sharapova ha sido incluida oficialmente en el Salón de la Fama del Tenis Internacional este sábado 23 de agosto en Newport, Rhode Island, en una ceremonia cargada de emoción. La rusa, campeona de cinco Grand Slams y primera tenista de su país en alcanzar el número uno del mundo, recibió el máximo reconocimiento del deporte que la vio crecer en la última década.
El momento más simbólico de la noche llegó cuando Serena Williams apareció por sorpresa para presentar a Sharapova. “Hay pocas jugadoras que me desafiaron a ser la mejor cada vez que salíamos a la cancha. Maria fue una de ellas”, dijo Serena ante una multitud que estalló en aplausos. Sharapova respondió con gratitud: “Ambas sabíamos que no había otra forma que luchar con todo el corazón. Ambas odiábamos perder más que cualquier otra cosa en este mundo”.
Sharapova compartió generación con leyendas, pero construyó su propia narrativa: ganó Wimbledon en 2004 con apenas 17 años, venciendo precisamente a Serena en la final. Luego sumó títulos en el US Open (2006), Australian Open (2008) y Roland Garros (2012 y 2014), completando el Grand Slam de carrera. También fue medallista olímpica en Londres 2012 y campeona de la Billie Jean King Cup con Rusia.
Durante su discurso, Sharapova reflexionó sobre el sacrificio detrás de cada logro. “Al dar mi vida al tenis, el tenis me dio una vida. Y qué vida tan notable. Estoy profundamente agradecida”, dijo. También dejó un mensaje para las nuevas generaciones: “Cuando las voces te digan que te relajes, que apagues tu ambición, espero que encuentres una forma de ignorarlas. Compite ferozmente. Eleva tu estándar. Establece metas que te intimiden”.
Sharapova fue exaltada junto a los hermanos Bryan, la dupla más exitosa en la historia del dobles masculino. Entre los presentes estuvieron Martina Navratilova, Jim Courier, Stan Smith y Andy Roddick, todos vistiendo el icónico blazer azul del Salón de la Fama.
La ceremonia incluyó una exhibición de moda con algunos de los atuendos más emblemáticos de Sharapova, como el vestido tipo esmoquin que usó en Wimbledon 2008. También se presentó una raqueta fundida como símbolo de su legado, y se celebró un concierto en vivo como parte del nuevo formato festivo del evento.
