El español consiguió su primer título de la temporada.
Más que una final estaba en juego en el ATP 500 de Barcelona. Rafael Nadal llegaba lleno de ilusiones al encuentro definitivo del Conde de Godó, pues en su raqueta estaba la gran oportunidad de conseguir su primera corona del año, lo que significaba retomar la confianza que había dejado escapar en los últimos partidos disputados. Al final, su entrega respaldada por una dosis de de buen tenis, lo llevaron a ganar el torneo español por decimosegunda ocasión.
La batalla no iba a ser fácil, más teniendo en cuenta el momento en el que llegaba Stefanos Tsitsipas a la definición (título en Montecarlo y nueve victorias consecutivas sin perder sets). No obstante, esto generaba mayor atención para Rafael Nadal, quien entendía que dar la más mínima chance podía pagarlo caro. Fue así como inició el encuentro. Con Tsitsipas tomando la iniciativa y un Nadal esperando entrar en ritmo de juego.
El quiebre inicial estuvo de lado del griego, quien estuvo 3-1 y con oportunidad de tomar el saque de su rival por segunda ocasión. Pero la mística de Nadal de nunca rendirse, el ayudó a mantenerse en los momentos difíciles y a aprovechar apenas bajó el ritmo su rival. Fue así como pasó de estar 2-4 en el set inicial a ganarlo por 6-4 en 57 minutos de juego.
El segundo parcial prácticamente fue una replica de lo ocurrido en el set inicial hasta la mitad de esa manga. El número 5 del mundo estuvo ‘break’ arriba (3-1) pero de nuevo, Nadal incrementó su nivel cuando se encontraba abajo en el marcador y pudo darle vuelta a la pizarra (4-3). Cuando estaba encaminado el partido a favor del local, Tsitsipas sacó a relucir una versión excelsa de su juego y no solo levantó dos bolas de partido si no que también igualó la pizarra (7-6).
Para el tercer set las emociones se vivieron al máximo pues la paridad marcó cada momento del partido. Tsitsipas se mostró mucho mejor, más fresco y con un juego más vertiginoso. Por su parte, Nadal aguantó una y otra vez los ataques de su rival. Incluso el ganador de veinte grandes salvó una bola de partido sobre el final del set.
Al final, la fiera tomó el saque de su rival en el undécimo game y luego pudo cerrar el partido después de tres horas y 39 minutos de juego, que le dejó un dulce sabor al dueño de casa.
Este título significará volver a ser el número dos del mundo para Rafael Nadal a partir del próximo lunes. Además, se convierte en el trofeo número 87º de su carrera, y en el 61º sobre polvo de ladrillo, donde sus registros lo llevaron a ser considerado como el mejor jugador de toda la historia sobre esta superficie.
La siguiente prueba para el manacorí será el Masters 1000 de Madrid.
[author title=»Andrés Vargas Peraza » image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/1064624716093239296/ZyWDOQfI_400x400.jpg»]Periodista especializado en tenis. Exjugador de tenis con puntuación ITF. Miro el deporte desde una perspectiva diferente. Estuve en el lugar del deportista, ahora del periodista. Director y editor del portal www.matchtenis.com Twitter: @andresvarperaza. [/author]