El colombiano a partir del próximo lunes será la raqueta número dos de Colombia.
Nicolás Mejía llegó al Challenger de Salinas con un objetivo claro, pasar la clasificación de este evento, pero sus ilusiones van más allá y luego de tres triunfos de manera consecutiva, el jugador de 21 se encuentra en los octavos de final.
Su triunfo en la primera ronda del torneo ecuatoriano ante el local Diego Hidalgo, fue su sexta victoria en esta categoría. «Estoy muy contento de ganar y de poder avanzar una ronda más, eso es lo importante en estos momentos, sumar partidos», expresó el colombiano, que a partir del próximo lunes aparecerá en el puesto 430º del mundo, consolidándose como la raqueta número dos del país.
Justamente, ser el escolta de Daniel Galán en el ranking, significa acercarse cada vez más a uno de sus objetivos, representar a Colombia en Copa Davis. «Es muy importante para mi subir en el ranking para poder entrar a mejores torneos. Mira, la vida es de resultados y muchas veces es lo único que importa y que se puede medir. Esto se junta con uno de mis objetivos que es volver a representar a Colombia en Copa Davis, y eso solo puede pasar si obtengo buenos resultados», sentenció.
Es de resaltar que Mejía tuvo un inicio de año bastante gris, pues perdió siete de los ocho partidos que disputó. «Fue muy complicado ese principio de año. Sin embargo, estos resultados que vengo obteniendo me van dando esa confianza que necesito».
Por un cupo en sus primeros cuartos de final de un torneo Challenger, Nicolás Mejía se medirá a Hernán Casanova (395º) en la jornada de este jueves. «No lo conozco mucho pero lo he visto jugar en torneos. Seguramente será un rival duro».
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