El experimentado tenista argentino reveló dolorosos detalles de su etapa juvenil.
‘Machi’ es uno de los apodos más reconocidos en el entorno del tenis de Argentina. La experiencia, los éxitos y la vigencia de Máximo González -‘Machi’- lo han convertido en un jugador emblema de la era contemporánea en el deporte blanco de su país, especialmente en la modalidad de dobles, en la que actualmente es 23° del mundo y acumula once títulos.
Sin embargo, en esta ocasión el nombre -o el apodo- del tandilense no ha retumbado por alguno de sus logros en el circuito; esta vez su aparición mediática tuvo que ver con una lamentable situación que vivió hace alrededor de 20 años y que narró hace poco en el Podcast 3 Iguales y de la que hizo eco Ubitennis.
“Eres un perro con raqueta”, inició el relato de ‘Machi’ sobre los maltratos que recibía de parte de Raúl Pérez Roldán, su entrenador. “Podrás estar entre los 200 o 300 mejores del mundo. Podrás vivir del tenis profesional o podrás ser entrenador, jugar torneos por plata, lo que sea… Pero siempre seguirás siendo un perro“.
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A sus 38 años, González no olvida el calvario que tuvo que atravesar cuando era aún un adolescente. “Lloraba a toda hora, pasaba las noches en lágrimas. El maltrato psicológico fue terrible en ese momento, hasta que llegó a ser algo físico”.
Y ahondó en el tema: “Todo iba bien mientras ganara mis partidos y avanzara en los torneos. Pero cada vez que perdía me insultaba y me trataba de ‘burro‘. Recuerdo que después de una derrota me agarró brutalmente de la camiseta. Por fortuna, pude liberarme y alejarme, pero lo pasé realmente mal“.
Por último, el argentino relató la forma en que, con ayuda de su padre, logró ponerle fin a la lamentable etapa que compartió con Pérez Roldan, quien también es recordado por maltratado psicológicamente a su propio hijo, Guillermo Pérez Roldán.
“Necesitaba salir del tenis, en ese momento estaba en alrededor del puesto 700 y le dije a Raúl que no aguantaba más, que quería cortar el vínculo. El problema era que me quedaban tres años de contrato con él y eso significaba que había que pagarle mucho dinero para cortarlo. Con la ayuda de mi padre fuimos capaces de llegar a un arreglo o, de lo contrario, habría estado dispuesto a dejar el tenis“, concluyó.
[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/1122365846247096320/gFoXr9nB_400x400.jpg”] Marcelo Becerra Concha (@Marcelob11) Disfruto conociendo el mundo del deporte desde adentro. Bogotá.[/author]
