México es uno de los países del área con una exquisita riqueza en el tenis. Solo basta con echarle una ojeada a su historia para encontrar grandes nombres como los de Rafael Osuna, Antonio ‘Toño’ Palafox, Esteban ‘Pajarito’ Reyes, Francisco ‘Pancho’ Contreras, Mario Llamas, Raúl Ramírez, Francisco Maciel, Jorge Lozano, Agustín Moreno, Leonardo Lavalle, entre otros. Sin embargo, el presente no es alentador. En la rama masculina, su mejor raqueta es Lucas Gómez (695°), una posición triste para una nación que tuvo antes de la creación de la ATP a un número uno del mundo: Rafael Osuna (1963).
Leonardo Lavalle. Cortesía: Tenis al Máximo
Tal vez, la última alegría para el deporte blanco manito fue hace veintitrés años, en septiembre de 1995, época en la que vencieron en los Play Off del Grupo Mundial de Copa Davis a España. Jorge Lozano, Oscar Ortiz, Luis Enrique Herrera y Leonardo Lavalle fueron los héroes de aquel triunfo histórico. Justamente, Lavalle estuvo en Barranquilla como capitán del equipo masculino de México en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe, y allí, Match Tenis tuvo la oportunidad de dialogar con él, y de paso abordar como tema principal el difícil presente que atraviesa el tenis mexicano.
“El tenis mexicano atraviesa por una situación difícil y considero que son varias las razones. La primera es que muchos tenistas talentosos han tomado la decisión de cambiarse a otros deportes como el béisbol, el baloncesto y el fútbol. Sumado a ello, el nivel de enseñanza ha quedado rezagado, puesto que son pocos los entrenadores que transmiten esa pasión al momento de instruir. También, la falta de recursos. Actualmente no tenemos los fondos para apoyar a nuestros talentos”, expresó con algo de nostalgia, Lavalle, que en su época como tenista alcanzó los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
Indagado sobre las posibles soluciones para dar fin a ese bache tenístico, explicó: “Son muchas cosas las que debemos reparar, por ejemplo, inculcarle a los niños el amor por el tenis; solo basta con ver el pasado Campeonato Nacional de México, en el que el número de participantes se ha reducido hasta el 20%. También reestructurar el calendario de torneos y reducir los gastos por parte de los padres. Imitar lo que ha hecho Colsánitas acá en Colombia, una empresa que se ha metido de lleno con el tenis, entre otras. Pero eso es algo que nos puede costar entre 10-15 años”.
Y es que México es uno de los países del área con mayor cantidad de competencias. Es sede de dos torneos del Circuito circuito mundial ATP (ATP 500 Acapulco y ATP 250 Los Cabos), y en lo que va de 2018 ha desarrollado seis torneos ATP Challenger Series y tres torneos ITF de 15 mil dólares, situación que, en parte -según Lavalle- ha estancado el proceso formativo. “En México hay una gran afición por el tenis y por eso estos torneos son exitosos. Creo que se les ha dado más prioridad a los torneos y se ha descuidado mucho el desarrollo infantil y juvenil. Lo ideal sería que a la par se desarrollarán torneos y un proceso formativo”.
En poco más de un mes, Leonardo Lavalle dirigirá el equipo mexicano de Copa Davis en la serie ante Uruguay por la final del Grupo II de la zona americana, confrontación que, de ganar, le daría a México la posibilidad de volver Grupo I, luego de siete años, en una competencia de la que supo ser finalista del Grupo Mundial en 1962, cuando en la que derrotaron a grandes potencias como Estados Unidos y Yugoslavia, entre otras.
Ese es el panorama de un país que supo escribir una gran historia en el tenis, pero que con el pasar de los años solo quedan las grandes gestas por parte de sus principales exponentes. México, un gigante del área al cual los amantes del deporte blanco recuerdan.
[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/532902040893022209/gonhrGnQ.jpeg” ]Francisco Vargas: Twitter @VargasPacho. Periodista especializado en tenis con una experiencia de 8 años en los diferentes circuitos de la ATP y WTA. Voice Over en eventos internaciones. [/author]
