Tres entrenadores colombianos de la categoría juvenil analizaron los recientes resultados
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Un par de semanas atrás concluyó en el Parque Distrital de Raquetas de Barranquilla el denominado ‘Mundial Juvenil’, torneo J300 del Circuito Mundial Junior y, dicho sea de paso, el torneo más importante para jugadores juniors que se desarrolla en suelo cafetero, y en el que lamentablemente, los tenistas locales no han sido grandes protagonistas, por lo menos en los últimos cinco años.
Desde el 2019 hasta la fecha, Johan Rodríguez es el representante local que más lejos ha llegado, recordando que logró los cuartos de final en la edición de 2021, un torneo diferente a las versiones pasadas y las de los años 2022 y 2023, pues el cuadro fue de 32 jugadores y no de 48, debido a la pandemia del Covid-19. En ese orden de ideas, al nacido en Melgar no le hubiese alcanzado para matricularse en la fase de los ocho mejores, a no ser que hubiese sido siembra, pues estas ven acción a partir de la segunda ronda.
Es por esa razón que en Match Tenis citamos los testimonios de los entrenadores Javier Gómez, Francisco Franco y Pablo Hurtado, quienes en la actualidad manejan una importante cifra de tenistas juveniles, siendo sus testimonios valiosos para realizar una radiografía de lo acontecido en las últimas cinco ediciones del certamen currambero.
“Una de las razones que nos ha afectado estos años ha sido el cambio de superficie, pues pasamos de polvo de ladrillo a cemento; la mayoría de nuestros jugadores han tenido destacados resultados en torneos de estas condiciones, pero de menor categoría, y lo anterior se refleja cuando el nivel competitivo aumenta. Los estadounidenses y europeos se adaptan mejor a la cancha dura, por tal razón, es crucial, buscar la manera de ayudarles a nuestros jugadores a mejorar en este tipo de superficie”, expresó Javier Gómez, quien ha ganado varios torneos suramericanos por equipos y conoce a gran escala el presente del tenis colombiano en la categoría juvenil.
“El hecho de cambiar la superficie no es un determinante, pero es un hecho a tener en cuenta, nuestros jugadores son más de cancha de arcilla. Es cierto que algunos entrenan en cancha rápida como Miguel Tobón y Pablo Robledo, pero son pocos, sumado a esto es un torneo que en el calendario es muy temprano y las raquetas cafeteras llegan con poco ritmo. Es determinante aprender a jugar en canchas rápidas, pues es la superficie con más torneos a nivel mundial, los colombianos son de línea de base y los del exterior son más potentes, factores que pesan en hard”, fueron las palabras de Francisco Franco, capitán el año anterior del equipo colombiano femenino sub-16.
“Los resultados se dejaron de dar, porque empezamos a hacer un torneo para que los deportistas del exterior se sientan bien. Antes, muchos jugadores se saltaban la competencia de Barranquilla por las condiciones que ofrecía; en los últimos años el nivel ha aumentado, los jugadores que han venido son mejores y eso ha opacado a los tenistas colombianos, quienes se forman sobre canchas de polvo de ladrillo, pues los escenarios hard en este país son escasos”, manifestó Pablo Hurtado, uno de los principales entrenadores del tenis vallecaucano y colombiano en la categoría juvenil.
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[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/532902040893022209/gonhrGnQ.jpeg” ]Francisco Vargas: Twitter @VargasPacho. Periodista especializado en tenis con una experiencia de 8 años en los diferentes circuitos de la ATP y WTA. Voice Over en eventos internacionales. [/author]
