Será un partidazo, la segunda semifinal del Internazionali BNL d’Italia. En ese entonces, ya se sabrá quien ha sido el ganador del encuentro entre Djokovic y Raonic, y este seguramente, observará atento la batalla a muerte que disputarán, Rafael Nadal y Grigor Dimitrov.
Foto: internazionalibnlditalia / G Sposito
Nadal llega a esta instancia con esfuerzos sobrenaturales, esos que quizás nunca había realizado en la gira de polvo de ladrillo, que hace año tras año, previa al segundo Grand Slam de la temporada, Roland Garros.
El español podría decirse que llega entre ‘Almohadillas’. Las 8 horas y 42 minutos que ha sudado dentro de un campo para llegar a las semifinales, podrían pasarle factura. Su cuerpo, sin duda alguna debe estar resentido, sus partidos no han bajado de las 2 horas y 40 minutos, y la intensidad de estos ha sido monstruosa. Bueno, esa última, es la razón por lo que los ha sacado adelante, pues su juego no ha estado del todo fino en el trascurrir de estos días.
El número uno del mundo, entrará al campo central en busca de una nueva oportunidad, esa que le devuelva la tranquilidad, la confianza y ‘el respeto’ de sus contrincantes, rumbo al abierto parisino. Para eso tendrá que doblegar a un joven, llamado a comandar el recambio generacional del deporte blanco.
Grigor Dimitrov, categoría 1991, querrá continúar generándole dudas, sobre canchas lentas, al siete veces campeón de Roma. Y claro, que tiene como hacerlo.
Un repertorio que inicia desde el servicio (27 aces en la semana), pasa por sus limpios golpes desde la base, tanto de derecha como de revés, continua con los efectos y que lo puede terminar en la red, sería el enemigo más peligroso con el que puede chocar la irregularidad de Nadal.
El búlgaro, no se le esconde a los mejores del planeta. El año pasado avisó que su tenis está para grandes cosas, derrotando al entonces número uno del mundo, Novak Djokovic, también sobre canchas lentas y en un Masters 1000 (Madrid). A eso, podría sumársele que día a día su madurez lo tiene más cerca de los mejores, en ese entonces ondeaba entre los 50 del mundo, hoy aparece entre los 15.
Sin duda alguna, será un encuentro que saque chispas. En el pasado las batallas entre estos dos, nos han dejado espectáculos dignos de recordar. Los cuatro partidos que han disputado nunca se han definido en sets corridos y siempre el ganador (Nadal) se ha impuesto por más garra y corazón, que por otra cosa.
La mesa está servida y se espera que el foro itálico, sea testigo de un choque memorable, entre uno de los mejores jugadores de la historia del tenis y otro que tiene las armas para que en un futuro sea catalogado como tal.
¡¡¡Que se abra el telón!!!
