Rafael Nadal y Juan Mónaco clasificaron a la final de la edición número 15 del ATP 250 de Buenos Aires. El primero se deshizo de Carlos Berlocq en sets corridos, mientras el segundo tuvo que exigirse al máximo para derribar a Nicolás Almagro.
Rafael Nadal logró acceder a su primera final del año tras superar a Carlos Berlocq por 7-6(7), 6-2 en una hora y 52 minutos de juego. El encuentro se dividió en dos fases: un primer set donde quien comandó las acciones fue el argentino, incluso tuvo cinco bolas de set, pero el que terminó dando el golpe certero fue el español. Para la segunda manga, todo fue del número cuatro del mundo.
El manacorí no inició el partido como se esperaba. Su juego corto no lo dejó mandar en muchos de los intercambios de la primera parte del partido. Berlocq aprovechó la inestabilidad de su rival y nunca lo dejó escapar. Ante la paridad, el juego desembocó en el tiebreak. Allí el local tomó una rápida ventaja de 6-1 que lo colocaba al borde de dar un campanazo al máximo favorito del torneo. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, Nadal le había dado vuelta al asunto. Ganó ocho de los siguientes nueve puntos y avisó que para vencerlo se necesitaba algo más que jugar bien.
Con la gran remontada que había logrado y con la manga de su lado, su nivel de su juego ascendió. Por su parte, a Berlocq le pesó el hecho de no haber aprovechado las cinco opciones que tuvo para irse adelante en la pizarra. El segundo set fue todo de Nadal. Tras recibir un quiebre tempranero y quedar abajo 0-2, el español ganó seis juegos consecutivos para acceder a su primera final de la temporada y la 93 de su carrera.
«Estoy contento de ganarle a un jugador como Carlos, que es un jugador con una gran garra, que lucha desde la primera hasta la última bola. En el primer set jugué corto y el estaba dominando todos los puntos y eso me costó mucho. Ya para el segundo set jugué más agresivo, mis golpes fueron más dinámicos, jugué profundo y mis tiros ganadores me dieron esa confianza», fueron las palabras de Nadal al termino de su encuentro. Y añadió: «Para mí es una alegría estar en mi primera final en Buenos Aires. Esto es una noticia positiva para mí y más aún donde siento el cariño de la gente».
Allí tendrá que verse cara a cara con uno de sus mejores amigos, Juan Mónaco, que no llegaba a una final hace siete meses (Gstaad). El de Tandil tuvo que batallar durante dos horas y media para dejar sin restos a Nicolás Almagro por 6-3, 6-7 y 6-4 y clasificar por tercera vez a la final de Buenos Aires (campeón 2007, finalista 2009). De esta manera el argentino continúa demostrando que su nivel van en ascenso y el físico que tanto lo ha aquejado fue uno de sus pilares para llegar a la definición número 20 de su carrera.
En el camino quedaron Máximo González, Leonardo Mayer, Pablo Cuevas y Nicolás Almagro y a esto se refirió el ex top 10. «Si estoy en la final algo bien debo haber hecho. La verdad es que partido a partido y me fui sintiendo bien. Hoy tenía un rival de jerarquía y sabia que tenía que tener un plus. Por suerte pude jugar un gran encuentro».
La final que disputarán este domingo en el Buenos Aires Lawn Tenis Club será el séptimo encuentro entre el ibérico y el gaucho. Todos los partidos disputados en arcilla quedaron de lado de Nadal, mientras el único en cemento se fue del lado de Mónaco (retiro de Nadal). El título del último torneo de la gira sudamericana de canchas lentas quedará entre amigos.
Redacción MATCH TENIS