Nick Kyrgios volvió a sacudir el mundo del tenis con una confesión que no dejó a nadie indiferente. Durante su participación en la Esports World Cup en Riad, el australiano reconoció que, durante mucho tiempo, sintió que no encajaba en el mundo del tenis profesional. “Mis verdaderas pasiones eran el básquet y los videojuegos… y de repente me encontré en un deporte extremadamente estricto”, afirmó.
Con su estilo habitual, sin filtros ni adornos, Kyrgios explicó que le costó aceptar esa realidad. “Según el molde de jugador, soy muy brusco, y no encajaba realmente. Me costó aceptarlo, pero ahora lo he asumido. No voy a cambiar por nadie”, sentenció. Esta declaración reafirma su personalidad rebelde y su negativa a ajustarse a lo que el circuito espera de un tenista de élite.
El australiano también confesó que en su juventud llegó a perder entrenamientos y partidos por dedicar su tiempo a los videojuegos. Este hábito fue criticado a lo largo de su carrera, pero para Kyrgios fue parte de mantener su esencia: vivir el tenis a su manera y no como una obligación impuesta por otros.
La declaración llega en un momento en el que su presencia en el circuito ha sido esporádica debido a lesiones. Aun así, su figura sigue generando titulares y polarizando opiniones. Para muchos, su autenticidad y su capacidad de decir lo que piensa lo convierten en un personaje necesario dentro del tenis actual.
Kyrgios dejó claro que no busca aprobación. Ha elegido el camino de la autenticidad, aunque eso signifique seguir siendo una figura incómoda para el circuito. “He asumido que no encajo realmente en el molde del tenista. Pero estoy bien con eso”, concluyó. Una vez más, Kyrgios no necesita raqueta en mano para dejar huella.
