El serbio es el máximo candidato a la medalla de oro en los Olímpicos de Tokio.
Llega el momento de la verdad en los Juegos Olímpicos y uno de los atractivos es, sin duda alguna, la presencia de Novak Djokovic que atraviesa una inmaculada temporada. Campeón del Abierto de Australia, de Roland Garros y de Wimbledon, el serbio tiene entre ceja y ceja dos grandes objetivos: ganar la medalla olímpica y el US Open para así completar el ‘Golden Slam’, algo que nunca ha sucedido en la rama masculina.
Y aunque es el amplio favorito a estar en lo más alto del podio en la capital japonesa, para Djokovic la estancia en Tokio no solo puede llegar a ser de mucha presión por conseguir el récord antes mencionado, sino también porque en dos de sus tres presentaciones previas en los Olímpicos ha quedado a merced de la final, mientras que la última vez sorpresivamente cayó en la primera ronda.
«Me siento bien. Estoy preparado para rendir a mi mejor nivel, tanto a nivel mental como físico. He tenido la que probablemente sea mi mejor temporada a nivel de Grand Slams hasta ahora, ganando tres de los cuatro Grand Slams, así que no podría haber tenido una preparación mejor de cara a estos Juegos Olímpicos», comentó el serbio, en declaraciones que recoge Punto de Break, antes de debutar ante el boliviano Hugo Dellien.
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Djokovic jugó por primera vez unos Olímpicos en Beijing 2008 donde fue superado en semifinales por Rafael Nadal (luego medalla de oro), pero se llevó el premio de consolación al ganar el bronce ante James Blake. Cuatro años más tarde, en Londres, el actual número uno del mundo volvió a ceder en semifinales, esta vez ante Andy Murray, y no pudo quedarse con el metal de bronce al caer en el partido del tercer puesto ante Juan Martín del Potro.
Precisamente del Potro es un nombre que ha sido espinoso para ‘Nole’ en los Juegos Olímpicos. Y es que el argentino fue el encargado de dar la sorpresa en Rio 2016 cuando lo eliminó en la primera ronda, un partido memorable donde el europeo se despidió de la cancha entre lágrimas.
Tokio aparece como una oportunidad inmejorable para lograr el ansiado oro, así como para dar un paso más que deje su nombre grabado eternamente en la historia de este deporte. «Sé que estoy en una muy buena posición de alcanzar un hito histórico, pero me tomo las cosas con mucha precaución y cautela y me centro únicamente en mi próximo desafío. Necesito encarar las cosas de esta manera, ya que probablemente en el pasado no pude pensar así y eso me la jugó. Empezaba a sentir demasiadas distracciones alrededor que, finalmente, tenían un gran impacto en mi juego».
De lograr este objetivo, y luego el US Open en el mes de septiembre, Djokovic se convertiría en el primer hombre de la historia en conseguir el ‘Golden Slam’, un récord que solo puede presumir la alemana Stefi Graff cuando lo hizo en 1988.
«Cuando pensé en el éxito tan increíble que consiguió (Graff), nunca me imaginé que alguien podría tener la más mínima posibilidad de igualarlo. A día de hoy es una opción que parece cada vez más real. Está claro que ese es uno de los objetivos y sueños que tengo«.
Redacción Match Tenis.
