Para sorpresa de todos, Novak Djokovic dijo adiós del Masters 1000 de Roma y lo que más llamó la atención fue la forma en que se vio en la cancha. El serbio contó en conferencia de prensa que no se sintió como habitualmente lo hace y habló del que podría ser el causante de este cambio.
El pasado viernes Djokovic sufrió un accidente al recibir un botellazo que cayó de la mochila de un espectador mientras él firmaba autógrafos, tras este hecho el serbio contó no haberla pasado del todo bien. «Después de eso recibí atención médica. He pasado una hora con náuseas, mareos, sangre, un montón de cosas diferentes. Logré dormir bien. Tuve dolores de cabeza. El día siguiente o ayer estuvo bastante bien, así que pensé que estaba bien».
Tal parece que esos malestares han sido detonantes de algo más pues, el No.1 del mundo habló que desde su entrenamiento del sábado las cosas no andaban de la mejor manera y que probablemente deba hacerse un chequeo médico para comprobar que el golpe no hay causado repercusiones.
«No lo sé, para ser honesto. Tengo que comprobar eso. El entrenamiento fue diferente. Ayer iba a hacer un entrenamiento fácil. No sentí nada, pero tampoco sentí lo mismo. Hoy, bajo mucho estrés, fue bastante malo, no en términos de dolor, sino en términos de equilibrio. Simplemente no hay coordinación. Jugador completamente diferente al de hace dos noches. Podría ser. No sé. Tengo que hacer chequeos médicos y ver qué pasa”, comentó Djokovic en conferencia de prensa
