Pennetta y los sentimientos del adiós.En el WTA Finals, Flavia Pennetta disputó el que fue su último partido como profesional en una carrera que tuvo su punto épico apenas en los últimos meses. La italiana y una despedida cargada de múltiples sensaciones.
Foto: Julian Finney/Getty Images AsiaPac
Estaba la posibilidad de que fuera su última vez. Flavia Pennetta entró a la pista central del WTA Finals, que se juega en Singapur, con la idea viva de adjudicarse una victoria ante María Sharapova que la impulsara hasta las semifinales de uno de los torneos más prestigiosos del circuito. Y aunque estuvo en ventaja en gran parte del primer set, terminó viendo cómo se le escapaba de las manos la posibilidad de seguir con vida. Ni siquiera pudo forzar el encuentro a un tercer parcial, un resultado que le beneficiaba en sus aspiraciones. La rusa terminó apabullando en el segundo episodio y fue el fin… el último capítulo de la historia de Flavia que tuvo el mejor de los finales.
La emoción estaba a flor de piel y prefirió no acceder a los protocolos. La organización del torneo le propuso hacerle una ceremonia de despedida pero ella se inclinó por pasar mejor a los vestuarios. Los sentimientos encontrados tal vez no eran el mejor aliado para la italiana, tan cargada fuertes impresiones en este tramo final de año: todo inició en Nueva York, aquella ciudad que nunca duerme y que la vio volverse un poco más grande, alcanzar esos trofeos que parecen imposibles para muchas tenistas. Ella se quedó con uno de esos.
«Estoy feliz por haber tenido la oportunidad de jugar este torneo. Creo que haber jugado el último partido contra Sharapova es increíble, porque es una campeona. Fue una buena manera de decir adiós, porque cuando pierdes contra una buena jugadora no hay muchas cosas que decir. Es una las mejores tenistas de la historia». Una reflexión digna de alguien que se despide para siempre, que se monta en el tren para nunca más regresar. Y ella lo decidió así, porque sorprendió a todos cuando en la gala de premiación en el US Open dijo que pronto se iba a retirar y dejó a todos atónitos y casi estupefactos. ¡Cómo una campeona de Grand Slam, quien hace minutos acaba de lograrlo, toma tal decisión!
Casi que ver una película que se proyectó con Marion Bartoli, quien tras conquistar Wimbledon en 2013, días después se dio de baja del circuito, sin más ni menos.
Pero es que esas despedidas terminan siendo casi que claroscuras. Porque muchos no entienden cómo se puede ir estando en la cima de la carrera, cuando los flashes apuntan y se dirigen con más intensidad hacia esa figura. Pasas casi que ser una del montón a una de las raquetas más portentosas, de las mejores que hay en el momento.
«No siento como si hubiese sido mi último partido. No sé por qué. Tal vez en unos días voy a sentir la diferencia. Hasta aquí, todo bien». Quién sabe si a Flavia le pica el bicho de querer retornar, porque dejar el tenis, una relación que se compenetra con el paso de los años, no es una cuestión del anochecer y amanecer. Mientras, queda decirle gracias a una de las tenistas multifacéticas de la WTA, capaz de robar una sonrisa, llena de un carisma que se nota a leguas y que fue capaz de hacerse fuerte ante las grandes. De dejar lo mejor para el final, tanto que sus dos más grandes trofeos fueron los dos últimos que consiguió: Indian Wells en 2014 y este US Open. Adiós a la niña de Brindisi.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/473258143418314752/wPCdGPjm_normal.jpeg» ]Fabián Valeth Orozco @FabianV_: Redactor. Director y productor de medios de comunicación. Amante del tenis y del periodismo deportivo enfocado hacia este deporte.[/author]
