Rafa Nadal vuelve a la arena en la eliminatoria de cuartos de final del Grupo Mundial de Copa Davis que enfrentará a la selección española ante Alemania en la Plaza de Toros de Valencia. Esto supone, además, el regreso a una pista de tenis para el balear, ausente en Indian Wells y Miami y el retorno a su superficie predilecta, la tierra batida, donde el mallorquín ha forjado una leyenda dorada de 53 títulos entre los que se encuentran 10 trofeos de Roland Garros. Pero, ¿qué hace que Nadal sea mejor en arcilla respecto al resto de superficies? Un análisis elaborado por el especialista Craig O’Shannessy, para la web de la ATP, ha desvelado algunas de las claves que hacen que el jugador español destaque sobre polvo de ladrillo.
Principalmente, Nadal es un restador nato y, en arcilla, esta faceta lo eleva entre el resto de jugadores. Si bien los parámetros estadísticos indican que el balear tiene métricas similares al servicio, los juegos de saque de Rafa caen tan solo un punto porcentual (de 85.48% a 84.53%) cuando cambia de superficie dura a tierra batida. Es el mejor jugador tenista, en estos momentos, ganando puntos con segundo saque tanto en dura como en tierra. Esto se debe al gran efecto que aplica su servicio y a su potente e inminente derecha ganadora tras la devolución de su contrario.
El resto, la base del éxito de Nadal en tierra batida
Sin embargo, es al resto donde las matemáticas se disparan para Nadal. Ostenta el primer lugar en tres de las cuatro métricas al resto en arcilla tomadas para efectuar la medición (juegos ganados, puntos ganados tras el primer y segundo saque y bolas de break convertidas). Solo queda en un segundo escalafón, detrás de Andrei Chesnokov (ya retirado), en puntos de rotura adjudicados.
Rafa Nadal sirve durante un partido en Roland Garros 2017 [Foto: Adam Pretty/Getty Images]
En juegos ganados al resto, Nadal abre una brecha de 13 puntos porcentuales (desde el 29,26% hasta el 42,74%) en la transición de pistas duras a canchas de tierra. Una diferencia de ocho en puntos ganados tras el primer saque y de casi cuatro tras el segundo.
Lo fundamental en todo ello es que al restar en tierra batida Nadal, normalmente, se queda atrás para dejar que la velocidad del saque disminuya y así poder obtener una mayor consistencia en su resto. Tras ello, se coloca en una posición cercana a la línea base, mientras se disputa el punto, zarandea a su rival, y lo ataca con la derecha.
En 2017 Rafa sumó un total de 4.680 puntos sobre tierra batida con títulos en Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roland Garros que deberá defender en el presente curso. Este viernes, en el coso valenciano, Nadal toma contacto, de nuevo, con su superficie predilecta, aquella que domina como nadie más en el circuito.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/947115456313389056/6XbxWQhc_400x400.jpg» ]DAVID SÁNCHEZ: @DASanchez__. Periodista especializado en tenis. Voleador nato en la red 2.0 y un jugador regular desde fondo histórico. Ágil y con capacidad de adaptación a todo tipo de superficies textuales. Español pero cosmopolita gráfico. He publicado en medios como CNN Chile, Sphera Sports, SportYou o El HuffPost y colaborado con emisoras radiofónicas como Radio MARCA, esRadio, RNE o Radio Internacional.[/author]
