La rica historia de Suecia en Copa Davis se resume en siete títulos y en una generación de oro dentro de la que se destacan Björn Borg, Mats Wilander, Stefan Edberg, Magnus Larsson y Thomas Enqvist como los jugadores que catapultaron a su país hasta el quinto lugar de los equipos con más coronas en esta competencia. Tal vez, su último gran referente fue Robin Soderling, finalista de Roland Garros en 2009 y 2010, ex N°4 del mundo, y quien se retiró del tenis a causa de mononucleosis, una enfermedad que causa fatiga y debilidad.
Pese a ello, el presente del tenis sueco no es el mejor. En comparación con épocas pasadas en las que se dieron el lujo de tener a tres número uno del mundo, hoy por hoy, su principal raqueta es Elias Ymer, un jugador de descendencia etíope que ocupa el puesto 132° del escalafón orbital, segudido por su hermano Mikael, quien es 292°, y más atrás aparecen Markus Eriksson 450° y Christian Lindell 557°. En dobles, el panorama es mejor, puesto que su principal carta es el veterano Robert Lindstedt, situado actualmente en la casilla 65°.
Y es que Elias, el joven de apenas 22 años sobre el que existen muchas expectativas a futuro, aún no ha dado el paso que le permita consolidarse en la élite. Si lo comparamos con tenistas contemporáneos como Alexander Zverev, Borna Coric, Hyeon Chung o Karen Khachanov, entre otros, queda claro que está un escalón -o dos- por debajo. No obstante, se ha adjudicado importantes victorias ante jugadores como Nick Kyrgios, Jiri Vesely, Benoit Paire. Además, en su palmarés registra cuatro títulos en torneo del Circuito ATP Challenger Tour.
En Copa Davis debutó en 2013, ha jugado diecisiete partidos –todos en sencillos- con un saldo de ocho victorias. En enfrentamientos ante las tres principales raquetas colombianas de la actualidad, Ymer está invicto; superó a Alejandro González, a Daniel Galán y también a Santiago Giraldo en el partido en el que el risaraldense retornó a la la competencia ofiaicl tras estar ausente del circuito durante seis meses.
Sin ser un rival de alto riesgo -el sorteo fue benévolo con Colombia-, el equipo nórdico se presentará con con el inmenso legado de títulos y trayectoria que le han dejado las figuras del circuito masculino en décadas pasadas, además del vigor que le aporta la juventud de sus principales representantes. Sin embargo, la localía siempre será un factor con incidencia en los choques de Copa Davis, y aún más, teniendo en cuenta la variedad geográfica de las sedes que podría elegir el equipo nacional. En febrero veremos una serie en la que cualquier cosa puede suceder.
Redacción Match Tenis
