En menos de veinticuatro horas, la alegría y la desilusión se han adueñado de París. Primero, durante la jornada del martes, Roger Federer anunció su presencia en el último Masters 1000 del año después de tres años, provocando la euforia de quienes disfrutan del certamen año tras año; sin embargo, la alegría que produjo la noticia del suizo se apagó cuando Rafael Nadal, a escasas horas de su debut ante el también español Fernando Verdasco, anunció que no iba a ser de la partida.
El actual número uno del mundo se bajó de torneo parisino por un problema abdominal, y de paso, cedió su trono en la clasificación mundial, pues, a partir del próximo lunes, Novak Djokovic retornará al N°1. Solo resta conocer la diferencia con la que el serbio se posicionará en la cima; en caso de perder en su próxima presentación, Nole tendrá una ventaja de 55 puntos sobre el español,pero en caso de ser campeón, la diferencia sería de 965 puntos.
«Estos días me he sentido bien pero he comenzado a sentir unos dolores abdominales, sobre todo cuando voy a sacar, y el médico me ha recomendado no jugar», sostuvo el mallorquín en declaraciones recogidas por Reuters. En consecuencia, el tunecino Malek Jaziri entró en reemplazo del ibérico en el cuadro principal.
Redacción Match Tenis