¿Se imaginan que hubiese sido del tenis sin Roger Federer? Pues bien, el mundo de las raquetas estuvo a punto privarse del que hoy muchos consideran como el mejor de la historia. Así lo reveló el helvétivo, quien por poco deja el tenis en 1999, justo un año después de convertirse en jugador profesional. Al suizo le costó bastante dar el salto de calidad, y solo basta con ver su progreso en el ranking ATP para ratificarlo, puesto que debió trabajar más de lo esperado para incursionar definitivamente en el Top-100.
El ícono mundial reveló que hubo dos etapas en su carrera que por poco lo obligan a dar un paso al costado. “La primera fue a los 14 años, cuando me desplacé a Lausana para entrenar. Yo no hablaba francés y cuando llegué no hablé con nadie, no pude comunicarme. Lloré a menudo porque extrañaba la casa. Aprendí a ser fuerte, perseverante e independiente en ese momento. Entre los 14 y los 16 años crecí como persona”, sostuvo el suizo que por estos días se encuentra en Tokio (Japón), ciudad en la que adelanta compromisos comerciales con Uniqlo, su nuevo proveedor de ropa.
“La segunda fue en 1999. Estuve estancando un buen tiempo entre los puestos 120 y 130 del mundo, y sentí que, no era lo suficientemente bueno para dar el salto al Top-100. Fue muy difícil verme sin argumentos para seguir progresando”, complementó el jugador con más semanas como N°1 a lo largo de la historia (310).
Como consecuencia de la frustración que sentía, ‘Su Majestad’ confesó que pensó en el retiro: “Hay momentos en la carrera de un tenista en los que, si no se es fuerte mentalmente, sencillamente se puede acabar. Son muchos sacrificios los que hay que hacer de joven para convertirse tenista: viajes, disciplina… y estoy seguro que la gran mayoría ha pasado por situaciones en las que dan ganas de dejarlo todo. Un día que colgué mi raqueta y decidí abandonar, pero al día siguiente cambié mi opinión y empecé a trabajar para rendir al máximo nivel. Los resultados no fueron inmediatos, pero cualquier victoria hace que merezca la pena todo el esfuerzo invertido», aseguró.
Por fortuna, su decisión cambió radicalmente y ahora que se encuentra en suelo nipón comercializando su mítica imagen, Federer se desplazará a Shanghái, sede del octavo ATP Masters 1000 de la temporada, y donde tendrá la misión de defender el título de campeón.
Redacción Match Tenis
