Victoria Mboko está dejando huella en Roland Garros 2025. A sus apenas 18 años, la canadiense ha logrado superar la fase previa del Grand Slam parisino y dar un golpe de autoridad en su debut en el cuadro principal, al vencer con solvencia a la neozelandesa Lulu Sun en dos sets.
Más allá del marcador, lo que impresiona es la historia que la acompaña. Mboko no es una aparición repentina, sino el resultado de una recuperación paciente y un talento que nunca dejó de insistir, incluso cuando el cuerpo parecía ponerle límites. En la rueda de prensa tras su victoria, la joven nacida en Toronto fue honesta y emocional:
«No esperaba nada de lo que me está ocurriendo estos meses. El año pasado tuve que lidiar con una lesión de rodilla muy complicada. Jugar sin dolor es una bendición y estoy jugando mucho mejor de lo que podría haber imaginado», confesó.
Mboko es una de las grandes joyas del tenis canadiense, con un tenis eléctrico, ágil, y cada vez más maduro. Su progresión ha sido meteórica desde categorías juveniles, pero fue frenada bruscamente por una lesión en 2024 que puso en pausa su ascenso. Hoy, en París, parece decidida a recuperar el tiempo perdido.
El pase a la segunda ronda no solo le permite sumar puntos vitales en el ranking, sino también confianza. Su siguiente rival será la alemana Eva Lys, en un duelo generacional entre dos tenistas jóvenes que buscan hacerse un espacio entre las grandes.
