Wilmer Giovanni se convirtió en entrenador habiendo atravesado un proceso poco habitual en este gremio.
Se tiene la creencia arraigada en el gremio de profesores de tenis de que para llegar a ejercer esta profesión es necesario empezar desde pequeño como caddie. A partir de ahí, lo que se hace es ascender a los diferentes cargos que se pueden tener en un club de tenis, siempre y cuando su nivel de juego evolucione. Pero siempre hay excepciones a la regla, y la historia que vengo a contar es una de ellas.
Wilmer Giovanni Aperador Ruiz es un entrenador de tenis que ha tenido que construirse desde abajo como muchas otras personas. Hasta antes de cumplir 17 años no ha tenido mayor contacto con el deporte blanco y sólo escucha de esta disciplina en las noticias. «Comienzo a jugar tenis a los 17 años y medio, y a los 20 mi nivel es muy bueno«, comenta Aperador al rememorar el inicio de esta aventura.
Entonces, ¿Cómo fue su comienzo en este mundo del tenis? En 2003, Giovanni está en su ultimo año de colegio y es el momento de decidir qué va a hacer en su futuro. Un amigo de él era caddie en la Liga de Tenis de Bogotá. «Él me lleva para ver si me permitían trabajar, aunque por el tema de la edad era algo improbable, pues normalmente los caddies comienzan en edades tempranas.». Finalmente fue admitido y empieza a trabajar en la sede de la Liga en el Campín, con la aprobación del «máster» del lugar -David-.
Al principio ve el tenis como una oportunidad de conseguir dinero, pero a medida que pasa sus días al lado de este deporte, se enamora de él y se fija la meta de llegar a ser instructor lo más pronto posible. «Cuando le decía a los profesores que iba a ser entrenador, ellos me decían que estaba loco, porque para llegar a serlo se necesitaba ser caddie desde los ocho o diez años de edad», cuenta el bogotano que ha vivido toda su vida en el municipio de Soacha.
Las burlas y críticas de otros estuvieron muy lejos de ser un freno para Giovanni, que se enfocó en su proceso de formación. «Empiezo a realizar cursos de monitores en la Federación Colombiana de Tenis, realizo curso de arbitraje, capacitaciones en diferentes lugares y presento el ITF«. Al mismo tiempo, otros profesores como Rubén Darío, Edgar Pinzón o Wilson Castañeda fueron un apoyo para él junto a diferentes lecturas que le ayudaron a construir su propio estilo de juego.
Más adelante aparece una persona muy importante en su recorrido, Martha Bernal, quien llega a ser la coordinadora de la sede donde él se desempeña, y le aconsejó que se proyectara a ser profesional, no solamente entrenador». Giovanni toma la decisión de estudiar Ciencias del deporte y la actividad física en la Universidad de Cundinamarca.
Dentro de su extensa trayectoria, ha trabajado en la Liga, en el Carmel Club, en el Club Distrital, en el Club Serrezuela, como independiente y luego en Soacha. En este último lugar pudo trabajar en la mentalidad de los jóvenes de allí y mostrarles que un camino diferente y exitoso es posible en la vida.
Por último, Aperador reflexiona sobre lo que significa haber logrado lo que otros creyeron imposible en su vida. «Cuando logro convertirme en profesor y ver que muchos entrenadores -que me dijeron que era imposible de lograr-, me consideraban como un igual, para mí fue algo gratificante. Además, ver que los deportistas que pasan por mi mano se vuelven grandes personas es importante porque creo que devuelvo el trabajo social, al darle a la gente la esperanza de luchar por sus sueños, por más difíciles que sean las circunstancias.»
[author title=»Andrés Matallana Avella: » image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/666041598975852544/hSbddU6p_400x400.jpg»]Twitter @Andresf0724. Apasionado por el tenis. Disfruto del deporte blanco dentro y fuera de la cancha[/author]
