A pesar de ser una de las jugadoras revelación de 2015, la checa Lucie Safarova no atravesaba una buena temporada (cinco derrotas en la misma cantidad de presentaciones). Sin embargo, en su país natal, más extactamente en el WTA de Praga, logró recuperar ese instinto depredador que la caracteriza y de esta manera levantó su primer título del año.
Safarova, finalista de Roland Garros 2015, se paseaba por este 2015 con problemas físicos que le hicieron desistir de participar en la gira de Oceanía y luego cuando retomó la acción, los resultados nunca estuvieron de su lado. Cinco derrotas (Doha, Indian Wells, Miami, Charleston y Stuttgart) fueron todo su respaldo al llegar al torneo de Praga.
Allí partiendo como la segunda favorita al título, recorrió una semana de menor a mayor, en la que superó a Mariana Duque en su debut, luego aprovechó el retiro de Hradecka, más adelante venció a Hsieh, en semifinales hizo lo propio con Ka. Pliskova y en la final, superó a la difícil Samantha Stosur (3-6, 6-1, 6-4).
De esta manera la checa sumado el séptimo título de su carrera, primero en el último año (febrero 2015 – Doha) y después de once temporadas ha vuelto a celebrar en polvo de Estoril 2005.
