En una entrevista concedida a El Espectador, el risaraldense reveló detalles de los momentos que pasó mientras estuvo alejado del circuito profesional.
Una de las mejores cosas que una persona puede hacer cuando pierde la motivación es tomarse una pausa, recargar energías, replantear sus prioridades y volver a comenzar. Y eso fue justamente lo que pasó con Santiago Giraldo, quien, en septiembre de 2017 tomó la decisión de darse un respiro del tenis, tras integrar el equipo nacional que cayó 1-4 con Croacia en el Play Off del Grupo Mundial de Copa Davis.
“Fui a la Sierra Nevada de Santa Marta a lomo de mula, en algunos trayectos caminando, y me quedé a dormir con los Koguis. Entendí que ese mundo de prisas y afanes me estaba acabando. Necesitaba aislarme de todo para comprender que el no tener un plan resulta, en algunos casos, muy bueno. Eso fue lo que la gente no entendió: a mí me gusta entrenar, me encanta jugar y viajar, pero me había cansado de competir de una forma tan voraz”, expresó el colombiano al ser indagado por las razones que lo llevaron a ausentarse de las canchas por espacio de seis meses.
Tras ese viaje, Giraldo se dirigió hacia otro sitio ubicado en la Región Caribe. En esta ocasión se desplazó al departamento de la Guajira, ydondeallí conoció las playas de Palomino, Riohacha, el Cabo de la Vela y, por último Punta Gallinas, el sitio más lejano del norte colombiano. Tuvo la oportunidad de dormir en rancherías, y justo en ese instante se le vino a la cabeza algo que siempre ha querido hacer desde pequeño. “Cuando era niño veía a gente mochilera y soñaba en que algún día ese sería yo”.
Giraldo también tuvo tiempo para compartir con sus amigos, algo de lo que se había privado durante años debido al trajín de la vida de un deportista. “Me acuerdo de que uno de ellos me llevó a la fábrica de confecciones que tiene y me puse a hablar con los empleados. En plena competencia no te puedes dar el lujo de hacer eso porque el reloj apura”.
Sin embargo, Colombia no fue el único país del cual disfrutó; también visito México y España, dos de sus naciones favoritas para jugar y para conocer. Fue en uno de esos viajes, y tras cuatro meses de receso, que ‘Santi’ encontró de nuevo el amor por el tenis. A partir de ahí comenzó a planear el regreso al lado de su familia y Colsanitas, su principal patrocinador. “Ya llevo 11 meses participando en torneos, con calma, con la alegría de lo que logramos en Copa Davis. Y me tengo fe, porque el juego lo tengo, las capacidades también”.
Otro de los aspectos que marcaron al tenista colombiano fue su comportamiento dentro de una cancha, pues fueron muchas raquetas las que destrozó por la frustración que le causaba perder un punto o un partido. “Hagamos un recuento: fueron nueve o diez psicólogos, tres psiquiatras, unos cuantos psicoanalistas y más cosas que, para calmar la hiperactividad, que la reestructuración cognitiva, y no sabía cuál era el problema, o mejor, no lo atacaba de raíz. Ahora me entiendo y me acepto con mis debilidades. Me respeto y por eso me siento diferente”.
Ese es el nuevo Santiago Giraldo, el tenista colombiano más destacado de la historia, que ha vuelto con la energía para volver a su mejor nivel.
Redacción Match Tenis
